Al cierre de septiembre pasado, clientes del Banco del Bienestar le debían 697 millones de pesos por créditos que recibieron y serían pagados con recursos de apoyos gubernamentales.
En septiembre de 2018, la cartera vencida era de 239 millones de pesos, pero al cierre del tercer trimestre del año pasado, el último dato disponible, el monto se había triplicado.
La entidad financiera dirigida por Rabindranath Salazar está en un proceso de saneamiento de su cartera vencida, respondió la institución a El Sol de México.
Al margen de esto, el banco está en un proceso de fortalecimiento de su infraestructura, lo que incluye la construcción de dos mil 700 sucursales en los dos años siguientes para hacerse cargo de la dispersión anual de al menos 300 mil millones de pesos en apoyos sociales del gobierno de la Cuarta Transformación.
En su respuesta, el banco atribuyó el incremento en la cartera vencida a la eliminación del programa Prospera, al inicio de la actual administración, pues los préstamos del banco, otorgados a través del Programa Integral de Inclusión Financiera, estaban respaldados por el dinero que recibían los usuarios mediante los apoyos gubernamentales.
Al dejar de recibir el beneficio se eliminaba la fuente de pago del crédito. Pero la cartera, dijo la institución, también fue resultado de créditos cuyo vencimiento era posterior al término de la administración pasada y, en consecuencia, posterior al término de la vigencia de los convenios interinstitucionales del banco con el entonces Prospera, respondió la Dirección General Adjunta de Crédito y Garantías de la institución.
"Se han reconocido los créditos con incumplimiento de pago como vencidos de acuerdo a la normativa y se han constituido las reservas necesarias para su castigo", agregó el banco al señalar que estas incidencias no fueron reconocidas ni como cartera vencida ni como un riesgo para el banco, en la situación financiera en ejercicios fiscales anteriores.
El despacho Ernst & Young advirtió en un reporte auditado de 2018 que la caída en la dispersión de los apoyos del programa Prospera, que se usaban para pagar el financiamiento otorgado a través del Programa Integral de Inclusión Financiera y de la iniciativa Más con Ahorro, causó que el banco no pudiera obtener los recursos que le tocaban al cierre de enero del año pasado.
Sólo en ese mes, “la cartera de consumo presentó un aumento en los días de mora que originaron un incremento en la estimación preventiva de riesgos crediticios para esa cartera de 64 millones de pesos. De continuar esta situación, la totalidad de la cartera PROIIF se pudiera encontrar en cartera vencida para el mes de abril de 2019”, advirtió el despacho.