La economía mexicana tendrá un alza de 0.9 por ciento este año, lo que representa una “ligera aceleración”, en comparación con el crecimiento cero de 2019, señaló el Bank Of America (BofA).
Aunque la cifra representa mejores condiciones, Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá del BofA advirtió que todavía hay muchos riesgos para que la previsión de crecimiento baje en el corto plazo.
“Cuando vemos el balance de riesgos, este es a la baja, es decir que es más probable que crezcamos por debajo de ese 0.9 por ciento”, comentó.
El pronóstico del banco es inferior al consenso de los analistas consultados por Citibanamex, quienes estiman un alza de uno por ciento para el cierre de año, aunque ya bajaron la previsión, que al cierre de 2019 se ubicó en 1.1 por ciento.
Carlos Capistrán dijo en conferencia de prensa que la falta de inversión y la caída en la productividad “le quita el sueño”, pues se puede dañar el potencial de crecimiento también en el corto plazo.
“Me preocupa el crecimiento, pero lo que me quita el sueño es que la inversión no da la vuelta, y creo que es muy importante que se den las condiciones para que la inversión crezca”, mencionó Capistrán.
Advirtió que si se mantiene esta tendencia el estancamiento económico puede convertirse en la normalidad para los próximos años en México.
“Lo que estamos viendo en el crecimiento es que no hay inversión, eso me preocupa mucho porque la falta de inversión hace que no crezcas hoy ni mañana, entonces el crecimiento potencial puede estar en riesgo de bajar”, añadió Capistrán en la presentación de las perspectivas económicas del banco para 2020.
Para el cierre de 2019, los analistas del sector privado, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda prevén que la economía se quede estancada, dato inferior a dos por ciento prometido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para el Bank of America, el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano se contrajo ligeramente al cierre del año anterior.
FACTORES EN CONTRA
Carlos Capistrán comentó que los principales obstáculos para el crecimiento son la incertidumbre interna, un incremento en la inflación, la posibilidad de que las calificadoras internacionales bajen la nota de Pemex y las elecciones en EU.
El banquero refirió que se mantiene la incertidumbre interna para la inversión, especialmente la que corresponde al sector energético y que está vinculada a la posibilidad de que Moody’s baje la calificación de Petróleos Mexicanos, así como a la caída en la producción de crudo.
A mediados del año pasado, Moody’s colocó en perspectiva negativa la calidad crediticia de la petrolera. Fitch redujo la nota a “bono basura”.
“Las tasas que pagan los bonos de Pemex son consistentes con los que paga una empresa que perdió el grado de inversión”, advirtió.
“La buena noticia es una aceleración, pero no muy vigorosa”, mencionó.