El 12 de agosto de 1992, México, Estados Unidos y Canadá anunciaron al mundo, desde Washington, el acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y con ello, el establecimiento del mayor bloque económico del orbe. Culminaban así 389 reuniones de trabajo.
La región de América del norte negoció durante cuatro años para sacarlo adelante. Hoy, los gobiernos proyectan que la negociación no se prolongue por más de siete rondas y concluya antes de los procesos electorales de México y Estados Unidos.
A principios de 1990, México comenzó a redactar un documento para evaluar la posibilidad de realizar una negociación comercial con Estados Unidos. Fueron cuatro años de trabajo que involucró a los sectores público y privado mexicano.
El 11 de junio de 1990, Carlos Salinas de Gortari y George H. W. Bush, tuvieron la primera reunión ejecutiva enfocada en el acuerdo comercial. Ellos giraron instrucciones a sus secretarios de Comercio para comenzar con una serie de consultas, previas a las negociaciones formales que dieron inicio el 8 de agosto de 1990. Jaime Serra Puche, entonces secretario de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI),y Carla Hills, Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) recomendaron a sus presidentes iniciar negociaciones formales.
Carlos Salinas nombró al doctor Herminio Blanco Mendoza, subsecretario de Comercio como jefe de negociadores. Jaime Zabludovsky Kuper, quien de 1990 a 1994 fungió como subjefe de negociaciones para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y en su equipo estuvo Fernando Salas Vargas; co autor de las reglas de procedimiento para los mecanismos de solución de controversias contenido en el Capítulo 19.
El 25 de septiembre de 1990 el presidente estadounidense George Bush notificó al Congreso de su país su intención de lograr con México el Tratado de Libre Comercio. Bush necesitaba negociar este acuerdo por vía fast track, pero no tenía el respaldo de la mayoría en el Congreso. Tuvo que pedir al gobierno de México que dialogará con los actores políticos y sociales a lo largo y ancho de la Unión Americana a favor del TLCAN.
Canadá pidió ser incluido en el acuerdo, por lo que cinco meses después, el 5 de febrero de 1991, George Bush, Carlos Salinas de Gortari y Brian Mulroney, primer ministro de Canadá, anunciaban el inicio de las negociaciones trilaterales.
Los tres países finalmente estaban listos para comenzar el proceso, que oficialmente se inició en Toronto, Canadá, con una reunión ministerial, el 12 de junio de 1991.
Hubo 19 equipos de trabajo que establecieron seis grupos de negociación: Acceso al mercado, Reglas comerciales, Servicios, Inversión, Propiedad intelectual y Solución de diferencias. Cada uno de estos equipos de trabajo tenía sus propias dinámicas de funcionamiento y estaban encabezados por un negociador de cada país.
Desde entonces, los canadienses estuvieron en total desacuerdo con los estadounidenses acerca de suspender cualquier decisión de un panel del TLCAN y trasladar el asunto a un tribunal nacional en casos de subsidios y derechos compensatorios.
Hoy en día, como si fuera una piedra en el inmenso zapato de Donald Trump, este viejo desacuerdo que quedó sepultado tras la firma del TLCAN el 17 de diciembre de 1992, regresa amenazante, luego de que Estados Unidos haya anunciado el pasado 17 de julio que dentro de sus objetivos de renegociación está la eliminación del Capítulo 19 y que de no cumplirse sus expectativas, abandonarían el acuerdo.