La cancelación del Nuevo Aeropuerto internacional de México (NAIM) en Texcoco pone en riesgo la máxima calificación que otorgó Moody’s a los bonos verdes por cuatro mil millones de dólares emitidos el año pasado para financiar inversiones en energía renovable, conservación de la biodiversidad y otros proyectos amigables con el medio ambiente en esa zona.
Esta advertencia se produce después de que ayer la agencia rebajó la calificación de los bonos senior(que tienen preferencia de cobro) del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), y la dejó a un paso del grado especulativo.
La cancelación de la obra en Texcoco también resultaría en una reducción de la evaluación en las notas a GB5 (deficiente) desde GB1 (excelente), lo que reflejaría el desvío de los ingresos obtenidos para un proyecto amigable con el ambiente.
Los bonos verdes son un instrumento financiero cuyos recursos se aplican sólo para financiar parcial o totalmente proyectos nuevos o ya existentes que generen beneficios ambientales.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) emitió en septiembre de 2017 un bono por mil millones de dólares a 10 años, con una tasa de 3.875 por ciento, y otro por tres mil millones de dólares a 30 años con una tasa de 5.50 por ciento.
Esto, debido a que la terminal en Texcoco buscaría ser la primera fuera de Europa en obtener la certificación LEED Platinum (Leadership in Energy and Environmental Design), por la utilización eficiente de materiales, energía, agua y manejo de desechos, de una manera amigable con el medio ambiente.
Moody’s explicó que 40 por ciento del puntaje de la evaluación depende de si los emisores, en este caso el GACM, asigna los ingresos de bonos verdes a proyectos ambientales calificados.