La constructora Tradeco, vetada en el gobierno de Enrique Peña Nieto, resultó una de las más favorecidas durante los sexenios panistas para la construcción y ampliación de instalaciones militares.
La empresa de Federico Martínez Urmenta espera para hoy el fallo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en la licitación para ampliar el rompeolas en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca lo que podría significar su regreso a la obra pública.
La empresa se encargó de la ampliación de la Base Aérea Militar de Santa Lucía, que ahora será el Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Pero también construyó para la Secretaría de la Defensa (Sedena) el Nuevo Colegio del Aire en la base aérea militar de Zapopan, en Jalisco.
Además hizo obras en las bases militares de Santa Gertrudis, Chihuahua; Pie de a Cuesta, Guerrero y en la de Ixtepec, en Oaxaca.
La empresa construyó también un Parque Eólico para el Ejército en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Aunque este contrato fue rescindido en el sexenio pasado debido a retrasos o incumplimientos.
La Sedena demandó a Tradeco en 2013 por más de mil millones de pesos argumentando daños y perjuicios.
Además de infraestructura, Tradeco vendió en 2012 a la Fuerza Aérea Mexicana seis aeronaves Beechcraft T-6C+.