A la próxima administración federal le será complicado mantener estable la deuda neta del gobierno, ante mayores presiones fiscales y necesidades del gasto público, advirtió Citibanamex.
“Consideramos difícil estabilizar la deuda el siguiente año. El legado de la actual administración en finanzas públicas será un aumento moderado de la deuda, ingresos tributarios modestamente mayores, pero ingresos estancados, presiones de gasto crecientes y mayor déficit con menores amortiguadores”, dijo el banco en un reporte.
La semana pasada, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer que para 2025 se prevé que la deuda neta del gobierno federal alcance los 18.15 billones de pesos, el equivalente a un 50.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), desde los 17.04 billones de pesos estimados al cierre 2024.
Sin embargo, tan sólo de cumplirse el estimado de deuda para 2024, el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador cerraría con el endeudamiento más alto del siglo XXI, de acuerdo con cifras de la SHCP.
Para mantener estable la deuda como porcentaje del PIB, la dependencia informó que se requeriría recortar el gasto en al menos 2.9 puntos porcentuales, donde los principales rubros afectados serían gasto de capital, inversión física y financiera.
De acuerdo con el área de estudios económicos de Citibanamex, la reducción en el gasto planteada por la SHCP sería ligeramente mayor a la 2017, de 2.8 puntos porcentuales, que se registró en un contexto de expansión de la deuda pública y de riesgo de recorte a la calificación crediticia de los bonos soberanos.
“Consideramos complicado implementar en 2025 una disminución del gasto más allá de la relacionada con el menor costo financiero, los egresos relacionados con la organización de las elecciones, y un menor apoyo a Pemex”, agregaron los especialistas de Citibanamex.
Para la institución financiera, si bien hubo ganancias en eficiencia recaudatoria, el gran ausente de este sexenio fue una reforma fiscal, compromiso planteado al inicio de la administración.
“En nuestra opinión se dejó pasar la oportunidad de aprovechar el capital político con el que se contaba al inicio del sexenio para obtener consensos y fortalecer a la hacienda pública; existe un problema por la ausencia de coordinación entre la política fiscal y monetaria”, concluyó el área de estudios económicos de Citibanamex.