Fitch Ratings incrementó su proyección de crecimiento de México a 2.3% para 2017 y 2.4% para 2018, en comparación con los estimados en junio de este año de 2.0 y 2.2%, respectivamente.
En un reporte sobre México, señaló que la actividad económica del país mantuvo una resistencia relativa en el segundo trimestre del año.
Mientras que en periodo abril-junio el crecimiento real interanual del Producto Interno Bruto (PIB) se desaceleró a 1.8%, desde 2.8% en primer trimestre, en una base ajustada estacionalmente se aceleró a 3.0%, desde 2.6%.
La calificadora explicó que el motor principal del crecimiento fue el consumo privado apoyado por una tasa reducida de desempleo y una confianza alta de los consumidores, lo cual se reflejó por el lado de la oferta con un crecimiento intensivo de empleos en el sector de servicios.
El obstáculo principal fue la inversión bruta fija, ya que la inversión pública se contrajo a una tasa interanual de 11% (sin estacionalidad) al segundo trimestre del año, refirió.
Fitch comentó que durante el tercer trimestre de 2017, la tasa de inflación de México siguió al alza, por lo cual aumentó sus pronósticos de inflación a 6.4%para fines de 2017.
El aumento en la inflación refleja los efectos persistentes de la depreciación de la moneda, los aumentos en los precios de la gasolina a principios de año y el incremento, administrado recientemente, a los precios de los productos agrícolas.
En agosto, indicó, la tasa de inflación anual alcanzó 6.7%; es decir, está por encima de la meta inflacionaria de 3.0%, más/menos un punto porcentual.
Previó que la inflación regresará a su rango objetivo en 2018, ya que pasen los efectos del alza en el precio de la gasolina de 2016.
Un consumo privado más débil, así como una política fiscal y monetaria restrictiva también podrían contener las presiones que se ejerza por el lado de la demanda, precisó la calificadora.
A pesar del repunte de la inflación, en su reunión de agosto de 2017, parecía que el Banco de México (Banxico) confirmaba el final del ciclo de ajuste de la política monetaria al mantener la tasa de interés objetivo en 7.0%, tras un alza de 25 puntos base en junio de 2017.
El Banxico ha incrementado de manera proactiva la tasa de interés objetivo en 400 puntos base acumulados desde diciembre de 2015, con la intención de prevenir una desviación en las expectativas inflacionarias.
A decir de Fitch, el banco central mantendrá esta tendencia en el corto plazo y comenzará a relajarse a finales de 2018.
La calificadora señaló que la inversión en reconstrucción derivada de los dos terremotos ocurridos en septiembre pasado representa riesgos al alza para la economía mexicana.