El próximo gobierno de México suspendería indefinidamente las licitaciones de contratos de hidrocarburos, pospondría las alianzas de Pemex y regularía las exportaciones de crudo de productores privados, de acuerdo a un documento del plan energético obtenido por Reuters.
Esto sería un cambio de timón frente al gobierno saliente, que emprendió una amplia reforma energética.
El documento dice que se revisarían los procesos de adjudicación y la legalidad de los contratos.
El nuevo gobierno también evaluaría dejar la Agencia Internacional de Energía (AIE) organismo al que se unió en febrero de este año. En cambio, exploraría la "posibilidad de un mayor acercamiento y mejor coordinación" con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que agrupa a muchos de los mayores productores de crudo del mundo.