El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, anunció que intercederá por la búsqueda de consenso en las negociaciones que actualmente sostienen Volkswagen de México, empresa a la cual consideró “la más importante” de Puebla, y sus trabajadores sindicalizados, esto después de que los obreros refrendaron su resistencia al rechazar el aumento salarial del 11 por ciento que les propuso su empleador.
Así, tras conocerse el resultado del segundo plebiscito interno, donde los empleados adscritos al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz, Similares y Conexos “Volkswagen México” (SITIAVW) determinaron que la voluntad popular fue exigir mejores percepciones económicas, el mandatario estatal decidió involucrarse en la exploración de soluciones previas al estallido de huelga, prevista para el próximo 9 de septiembre.
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“Quiero anunciar que, aun cuando es de competencia federal las relaciones laborales que hay entre la empresa Volkswagen y su sindicato, voy a buscar participar en el equilibrio, en el diálogo de este asunto. Está ocurriendo con la empresa más importante en el estado de Puebla y no podemos mantenernos al margen”, sostuvo.
Se busca 'equilibrio' entre trabajo y producción
Sin ofrecer detalles sobre su injerencia, garantizó que respetará los derechos laborales que amparan a los obreros, pero también a los intereses del sello automotriz, pues enfatizó en que el objetivo es la búsqueda de “equilibrio entre el trabajo y la producción”.
Confió en que al involucrar la investidura del Ejecutivo estatal se generarán condiciones de entendimiento entre ambas partes, permitiendo así la estabilidad económica del estado, pues aseguró que la empresa en cuestión es la de mayor importancia en todo el territorio.
Aseguró que es consciente de los riesgos que su participación podría representar en el desarrollo de la situación, sin embargo, hizo hincapié en que se trata de una obligación política que debe asumir desde su posición como gobernante.
“Vamos a ver si puedo contribuir, es un tema complejo en política, en donde las recomendaciones [son] ‘No te metas donde puedas salir raspado’. No importa, yo tengo que participar porque es una obligación política del gobernador, así se tiene que asumir el ejercicio de una gubernatura”, declaró.
Remarcó que priorizará el respeto a los derechos de cada una de las partes, pero siempre con el objetivo de mantener la producción en la armadora alemana, pues la utilidad económica del estado depende en gran medida de esa actividad.
Por último, hay que tener en cuenta que, en este segundo ejercicio democrático, 3 mil 450 integrantes de la plantilla laboral sindicalizada votaron para plasmar su negativa a aceptar el incremento global del 11 por ciento que Volkswagen les propuso en agosto pasado, pues mantendrán su posición de buscar una cifra más alta.
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A partir de este momento, se tiene prevista una segunda vuelta de negociaciones para aumentar esa cantidad y, por lo menos, acercarla al 19 por ciento que el gremio exige. De no lograr un resultado favorable, el próximo 9 de septiembre a las 11 de la mañana iniciaría una huelga, la cual pararía por completo la producción de la planta de la empresa situada en el municipio de Cuautlancingo.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla