La producción y las exportaciones de autos ensamblados en México cayeron 12 y 14.1 por ciento en el primer trimestre del año, respectivamente, afectadas por el desabasto de semiconductores y el paro técnico de plantas debido a la crisis energética de febrero.
Las contracciones del primer trimestre fueron incluso mayores a las registradas en el mismo periodo del año pasado, cuando la industria tuvo que cerrar plantas en marzo debido a la pandemia, de acuerdo con datos del Inegi.
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La industria automotriz mundial se ha enfrentado este año a la escasez de semiconductores, necesarios para distintas partes de los vehículos.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) advirtió desde enero que la producción nacional continuaría a la baja hasta mayo o junio debido a la falta de insumos.
Aunado a ello, las caídas de producción y exportaciones en febrero, debido al corte de suministro de gas desde Texas a México, a causa de un frente frío, afectaron a las cifras de la industria en el primer cuarto de este año.
A mediados de febrero, 13 de las 24 plantas automotrices del país tuvieron que realizar paros técnicos no programados por la falta de gas y por los apagones que hubo en todo el país como consecuencia del desabasto de este energético.
Pero los paros continuaron en el tercer mes del año. Nissan, General Motors, Audi y Volkswagen, entre otras, tuvieron que detener actividades por la falta de semiconductores.
Esto llevó a que las exportaciones de unidades cayeran 13.2 por ciento respecto a marzo de 2020, para sumar 256 mil 119 unidades, la cifra más baja para un tercer mes del año desde 2016.
Pese a ello, la producción nacional de autos creció 12.5 por ciento a tasa anual, la primera cifra positiva en el año, esto debido a la base comparativa de marzo de 2020, cuando las armadoras detuvieron la producción por la crisis sanitaria.
"El tema de los semiconductores ha afectado los ritmos de producción de las diferentes marcas", dijo el director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Fausto Cuevas.
Tanto la AMIA, como la Industria Nacional de Autopartes (INA) mexicana prevén que en la segunda mitad del año se resolverán los efectos de la escasez de chips en el sector, aunque advirtieron que ello también dependerá de la situación política y social en el gran fabricante Taiwán.
Por su parte, Oscar Albin, presidente de la INA, prevé que durante las próximas dos semanas la industria seguirá sufriendo los impactos que tuvo el clima gélido en Texas en la producción de resinas plásticas, que obligó a cerrar plantas y afectó a la fabricación de algunos componentes como tableros y puertas. Con información de Reuters