Las empresas extranjeras han hecho 93 anuncios de inversión para México en lo que va del año con una expectativa total de 36 mil 153 millones de dólares, informó este domingo la Secretaría de Economía (SE).
La dependencia "espera que dicho monto ingrese al país en los siguientes dos o tres años", según un reporte que abarcó del 1 de enero al 15 de abril.
La mayoría de esta inversión, el 54 por ciento, provendría de Estados Unidos, con un total de 19 mil 475 millones de dólares; seguido de Alemania, con un 15 por ciento o 5 mil 458 millones de dólares, y de Argentina, con un 12 por ciento, que equivale a 4.395 millones de dólares.
"El 90 por ciento (del monto total) proviene de ocho de los 10 principales países de origen con IED (inversión extranjera directa) en México al cierre de 2023, lo que refrenda la confianza del sector privado para continuar invirtiendo y expandiéndose en el país", sostuvo la SE.
El sector manufacturero acapara la mayoría de la inversión, el 54 por ciento del total, que representa 19 mil 674 millones de dólares.
Dentro de las manufacturas, destacan las industrias de las bebidas (53 por ciento), autopartes (18 por ciento), hierro y acero (10 por ciento), automóviles (10 por ciento), componentes electrónicos (2 por ciento) y otras (7 por ciento).
De la expectativa total de generación de 47 mil 702 nuevos empleos, la industria automotriz concentra el 48 por ciento o 23 mil 079.
La Secretaría de Economía enunció en segundo lugar el sector de transporte (5 mil 013 millones de dólares), después los medios masivos (4 mil 963 millones de dólares), el comercio (4 mil 92 millones de dólares), y la energía (mil 257 millones de dólares).
El resto de la lista la completan sectores como servicios, construcción, alojamiento temporal y otros.
Estas inversiones se anuncian tras el crecimiento de un 27 por ciento interanual de la IED en 2023 en México hasta un récord mayor a 36 mil millones de dólares.
Analistas coinciden en que México es uno de los países más beneficiados por el 'nearshoring', un fenómeno en el que empresas trasladan sus cadenas de producción para estar más cerca de sus principales mercados, en particular, de Asia a Norteamérica.