HERMOSILLO. El kilo de tortilla tocó un máximo de 27 pesos en la capital sonorense aunque en algunas zonas de la ciudad, el precio mínimo es de 19 pesos, esto ocurre mientras la Secretaría de Economía reporta precios históricos en el maíz blanco, la materia prima para la elaboración de este alimento fundamental en la dieta de los mexicanos.
En promedio, un kilo de este alimento contiene 28 tortillas, por lo que en los molinos más caros, los hermosillenses pagan cada tortilla a 96 centavos.
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En un recorrido realizado por El Sol de Hermosillo, el precio es más alto en los molinos del centro de la ciudad, mientras que en la periferia el valor baja.
En el resto del país, el alimento presenta incrementos de hasta tres pesos este año, y los molinos de algunas entidades han subido el precio dos veces.
En San Luis Potosí, ayer hubo un alza generalizada de un peso, para venderse hasta en 18 pesos.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) en la entidad, Armando Reyes Sías, comentó que esta es la segunda vez que sube el precio de la tortilla en el año, pues al inicio de 2021, en promedio el kilo de tortilla se vendió entre 15 y 16 pesos, pero con el segundo incremento del año, las tortillas ahora cuestan entre 17 y 18 pesos.
“Es justo que se les dé un incremento, pero ya lo tuvieron hace unos meses, ¿y ahorita nuevamente? Queremos ver qué está pasando, por qué hay tantos incrementos y tan seguidos”, expresó.
En el Estado de México, Sergio Jarquín Muñoz, presidente del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana y la Cámara Nacional de la Industria de Producción de Masa y Tortillas (CNIPMT), señaló que en los últimos meses el precio de los insumos para hacer tortillas subieron más de 40 por ciento, derivado de la pandemia.
Dijo que durante las reuniones que han tenido con las autoridades federales solicitaron un plan emergente. “Pedimos que Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana, un organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural) nos vendiera el maíz excedente que ellos acopian; sin embargo, nos han traído de reunión en reunión desde aquel entonces, sin ningún avance”.
En diciembre del año pasado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el gobierno federal negoció con las grandes empresas que entregan la harina de maíz, que son Maseca y Minsa, para que congelaran el precio a los productores, para evitar el encarecimiento. Sin embargo, a mediados de marzo, el mandatario reconoció que esto no fue posible y que el alimento subió, en ese momento, por los precios internacionales del maíz.
Jarquín Muñoz explicó que ante el alza de los insumos, el kilo de tortilla podrá costar hasta 20 pesos.
“Nosotros al día de hoy tendríamos que estar en un precio de aproximadamente 20 pesos el kilo, es decir tendríamos que haber ajustado cuatro pesos el costo de la tortilla, deberíamos estar cuatro pesos arriba”, explicó.
El precio de los insumos ya obligó a cerrar algunos molinos en Tlaxcala, donde el aumento es de dos pesos por kilogramo.
En el mercado Emilio Sánchez Piedras, de la capital de ese estado, de 11 establecimientos que se dedicaban a la venta de tortilla, ya sólo quedan ocho.
Ciro Rodríguez Sánchez, dueño de una tortillería en la entidad, dijo que al inicio del año, cada tonelada de maíz proveniente del Bajío se vendía en cinco mil 900 pesos. Actualmente se comercializa hasta en siete mil 300 pesos, lo que se tradujo en un incremento a los consumidores de dos pesos por kilo.
El impacto no se limita a los productores, pues ya alcanzó a algunas fondas en entidades como Durango. Blanca Flores tiene una cocina económica al sur de esa ciudad. Asegura que diariamente compra entre 10 y 15 kilos de tortilla para su negocio. “A veces no completo y las ganancias son cada vez menos para mí”.
Algunas tortillerías de Irapuato subieron un peso su precio para conservar a sus clientes, al pasar el kilo de 15 a 16 pesos, pero hay establecimientos donde se elevó hasta 18 pesos, lo que representa un alza de tres pesos.
Los consumidores se quejan de precios injustos, pues hay quienes ofrecen tortillas de mala calidad que no pueden refrigerarse o recalentarse; otros optan por comprar masa y hacer tortillas a mano.
Guadalupe Rojas, una ama de casa de Xalapa, Veracruz, dijo que la masa cuesta entre ocho y nueve pesos por kilogramo, contra 13 pesos de la tortilla preparada.
La masa, dice Eva Cruz García, otra jefa de familia veracruzana, es más rendidora: por cada kilo se pueden hacer casi dos de tortilla.
Con información de Editoras OEM