Quinta y última entrega para El Sol de México. 23 de septiembre del 2021. Este es el día en el que las luces del teatro Lope de Vega, emblemático y mítico recinto artístico que engalana a la Gran Vía, volvió a abrir sus puertas a un público ansioso por volver a sentarse en una butaca para disfrutar una obra musical cuya historia, ya sea de la película o de su adaptación escénica, les marcó su infancia o su vida adulta.
Eso tiene el Rey león: su historia y personajes han podido ser disfrutadas por los niños que la vieron en cine en 1994, o en formato de VHS en los años siguientes, o en su relanzamiento en cines ya sea en 3D en 2011 o su live-action en 2019. Es tan actual, tan emotiva, que verla otra vez en teatro se ha vuelto -por lo menos en Madrid- una actividad tan cotidiana, que ha hecho que este musical se mantenga 10 años en cartelera.
Hoy la energía se sintió diferente. Las ganas de salir a ese escenario se sentían en cada poro de nuestra piel y el público lo sintió, se emocionó, lloró, se rió, y nos regaló un último aplauso de pie, con una alegría que no sentían desde hacía 18 meses. Con la esperanza de sentir que las cosas podrían regresar a lo que eran; que por un momento el miedo quedaba atrás y sólo se veía un futuro promisorio, como el que los animales sentían al ver a Simba como nuevo Rey, después de aguantar durante años la tiranía de Scar.
Deseo de todo corazón que esto que ocurrió aquí esta noche, en Madrid, que ya ocurrió en Broadway, en Londres, en otras partes del mundo, se vuelva a vivir en México. Mi México. Que fue azotado por esta pandemia que sólo nos trajo hienas a nuestra vida.
Esta noche, el público y el actor se abrazaron, en un gesto de alivio en donde los dos nos dijimos al otro “Aquí estoy, te he extrañado”. Agustín protagoniza el musical El rey león en Madrid, a partir de el 23 de septiembre