Cinco teléfonos para atender unas 200 llamadas, un escritorio, un pizarrón y un bonche de hojas con anotaciones. No hay música de fondo ni grandes efectos especiales, sólo las habilidades histriónicas de Alan Estrada para interpretar a Sam y una treintena más de personajes que desesperados buscan una reservación en Le Mexique, el prestigioso restaurante de moda de la ciudad.
Esa es la historia que corre en Agotados, el montaje que se presenta en el Teatro Aldama, donde nos recibe el actor antes de la función en un foro vacío, pero no desolado como estuvo en meses recientes, pues minutos después, el público llenará las butacas permitidas. Este es uno de los primeros montajes que han vuelto a la cartelera.
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Dirigida por Joserra Zúñiga, Agotados sigue la historia de Sam, un actor frustrado que para pagar la renta trabaja respondiendo teléfonos en el famoso restaurante y soportando los abusos de su jefe y compañeros, mientras trata de resolver una infinidad de problemas.
La comedia vivió una historia antes, durante y después del confinamiento. Debutó en noviembre del 2019 con Paola Gómez, Chumel Torres y Alan Estrada alternando el personaje estelar. Y tras iniciar la emergencia sanitaria, el montaje se adaptó a un formato streaming que acercó la historia a nuevos públicos. Tras un año de no ofrecer funciones, se reencontró de frente con el público en mayo pasado con funciones en la Arena Monterrey.
“Fue curioso que ocurriera en un lugar tan grande que se adaptó a la sana distancia. Y más nos sorprendió ver que la gente acudió. Uno conecta de inmediato con ello y nos recuerda por qué el teatro tiene que hacerse en vivo”, dice Alan Estrada en entrevista con El Sol de México.
Las presentaciones en la Arena Monterrey –donde Estrada alternó el personaje con Chumel Torres y Alex Fernández– son el primer esfuerzo de una de las industrias más golpeadas por la pandemia, pues en 15 meses de teatros cerrados –y ahora operando sólo al 30 por ciento–, los ingresos se han visto mermados y han dejado a mucha gente sin empleos.
“Sin duda este es un esfuerzo que están haciendo los productores por reactivar, aguantando estas obras con capacidad limitada. Pero tenemos ansiedad porque hay muchas familias, incluyendo la mía, que viven de esto. Y un espectáculo como Agotados se puede permitir volver porque es sólo un actor”, señala Estrada.
No todo fue malo durante la pandemia. Si bien el confinamiento distanció al público de las butacas, también permitió que a través de streaming se llegara a audiencias de todo el país a las que difícilmente se puede tener acceso de otra manera.
“Hubo mucha gente que nos escribía diciendo que nunca habían ido a teatro, pero que después de ver la función por streaming tenían ganas de ir. Y es algo que siempre he defendido: Necesitamos acercar nuevos públicos para crecer. Hay mucha gente allá afuera que ama el teatro pero que aún no lo saben porque no lo han vivido. Y esta fue una buena oportunidad para acercarlos”, explica el actor.
Para Alan Estrada, el mayor aprendizaje que el público pudo tener sobre los espectáculos después de la pandemia es que no hay nada como vivir la experiencia en vivo, por lo que es necesario fortalecerse para crear nuevas condiciones de trabajo y acercar nuevos públicos.
“Hemos aprendido a valorar nuestro trabajo y a saber que necesitamos una industria mucho más sana de la que teníamos, porque la pandemia nos destruyó. Eso también habla de que no hay tanta salud en el teatro como pensamos, que hace falta mejorar para que la gente pueda tener mejores planes financieros y de vida porque ya vimos que viene otra pandemia y nos mata”.
Durante los meses recientes, Alan pudo mantenerse activo gracias a su proyecto Alan x el mundo, su canal de YouTube a través del cual narra sus aventuras como viajero. “Al principio de la pandemia los contenidos digitales se vieron beneficiados porque la gente consumía más. Pero después tuvimos que buscar otras opciones”, reconoce y una de estas alternativas fue abrir membresías, con contenidos exclusivos e información anticipada sobre los próximos recorridos. Y fue gracias a eso que logró financiar una parte del viaje que iniciará en julio y que promete dejar “un parteaguas sobre la manera de hacer turismo para todos”.
Será una expedición "que menos de 50 personas en el mundo haremos este año. Técnicamente soy el único mexicano. Es un lugar muy famoso que poca gente ha podido visitar", adelanta.
Alan Estrada compartirá la información sobre este viaje mañana, a través de sus redes sociales.