/ lunes 17 de agosto de 2020

Carlos Rivera y Johnny Lozada revelan los secretos de ¿Quién es la máscara?

Los cantantes describen la experiencia de ser parte de un programa de concursos como éste

MIAMI. Carlos Rivera y Johnny Lozada consideran que su participación en ¿Quién es la máscara? es una de las experiencias más inesperadas y sorprendentes de su vida profesional, en gran medida por las "locuras" que pasan en el programa de concurso de Televisa y Univisión, frente y detrás de las cámaras.

Los artistas dieron detalles sobre cómo son las grabaciones, qué se siente estar dentro de los trajes y las muy estrictas medidas de seguridad para evitar que se sepa con anticipación quiénes son los famosos participantes.

"Es impresionante la organización y los cuidados que tomaron para que los participantes se enteren lo menos posible de lo que va pasando”, indicó Lozada, quien se trasladó desde la ciudad de Miami, donde vive con su familia, para ser uno de los artistas que cantan y bailan disfrazados en el concurso, creado en Corea del Sur y que tiene 16 versiones a lo largo del mundo.

La versión mexicana, que se está transmitiendo actualmente en Estados Unidos, tiene como "investigadores” a los cantantes Carlos Rivera, Yuri y a los actores y comediantes Adrián Uribe, el protagonista de la telenovela Como tú no hay dos y Consuelo Duval.

El conductor es el actor, comediante, cantante y productor Omar Chaparro, mientras que la reportera digital en México fue la conductora y actriz Natalia Tellez, mientras que en Estados Unidos es la puertorriqueña Kiara Liz Ortega, quien ganó la más reciente edición de Mira quién baila allatars.

Por su parte, Carlos Rivera confesó que está contando los días para la segunda temporada de ¿Quién es la máscara?.

“Ni idea de cuándo será porque la pandemia ha alterado los planes, pero sí tengo ganas de repetir la experiencia, confesó el cantautor, quien aun se ríe cuando piensa en cuánto disfrutó durante la primera temporada, que se grabó el año pasado.

“Las conversaciones con los otros jueces eran geniales y, la verdad, es que muchas veces no podíamos creer lo que estábamos viendo”, manifestó el artista, quien está en medio de una nueva experiencia en su carrera artística.

Por primera vez, Rivera está cantando composiciones de otros artistas en su proyecto Si fueran mías. Cada semana saca una canción nueva, con arreglos acústicos, en la que se acompaña de sólo una guitarra.

“Tengo que confesar que algunos de los concursantes los identifiqué rápido, pues eran colegas con los que trabajé mucho tiempo. Pero otros hasta peleamos entre los jueces a ver quién tenía razón y perdí”, recordó entre risas.

REALITIES PARA LA FAMILIA

Tanto Lozada como Rivera han participado anteriormente en programas de reality. “Para los artistas son proyectos ideales para que el público lo vea a uno en nuevas facetas y lo conozca desde otro punto de vista”, indicó el puertorriqueño.

El cantante de temas como Guerra y Recuérdame manifestó que es además “una oportunidad para desarrollar otras habilidades y compartir con los colegas desde otra perspectiva”.

Para ambos, también es satisfactorio participar en un programa “que son creados para ser visto por toda la familia. Un entretenimiento sano que puede ser disfrutado por distintas generaciones”, concluyeron.

MIAMI. Carlos Rivera y Johnny Lozada consideran que su participación en ¿Quién es la máscara? es una de las experiencias más inesperadas y sorprendentes de su vida profesional, en gran medida por las "locuras" que pasan en el programa de concurso de Televisa y Univisión, frente y detrás de las cámaras.

Los artistas dieron detalles sobre cómo son las grabaciones, qué se siente estar dentro de los trajes y las muy estrictas medidas de seguridad para evitar que se sepa con anticipación quiénes son los famosos participantes.

"Es impresionante la organización y los cuidados que tomaron para que los participantes se enteren lo menos posible de lo que va pasando”, indicó Lozada, quien se trasladó desde la ciudad de Miami, donde vive con su familia, para ser uno de los artistas que cantan y bailan disfrazados en el concurso, creado en Corea del Sur y que tiene 16 versiones a lo largo del mundo.

La versión mexicana, que se está transmitiendo actualmente en Estados Unidos, tiene como "investigadores” a los cantantes Carlos Rivera, Yuri y a los actores y comediantes Adrián Uribe, el protagonista de la telenovela Como tú no hay dos y Consuelo Duval.

El conductor es el actor, comediante, cantante y productor Omar Chaparro, mientras que la reportera digital en México fue la conductora y actriz Natalia Tellez, mientras que en Estados Unidos es la puertorriqueña Kiara Liz Ortega, quien ganó la más reciente edición de Mira quién baila allatars.

Por su parte, Carlos Rivera confesó que está contando los días para la segunda temporada de ¿Quién es la máscara?.

“Ni idea de cuándo será porque la pandemia ha alterado los planes, pero sí tengo ganas de repetir la experiencia, confesó el cantautor, quien aun se ríe cuando piensa en cuánto disfrutó durante la primera temporada, que se grabó el año pasado.

“Las conversaciones con los otros jueces eran geniales y, la verdad, es que muchas veces no podíamos creer lo que estábamos viendo”, manifestó el artista, quien está en medio de una nueva experiencia en su carrera artística.

Por primera vez, Rivera está cantando composiciones de otros artistas en su proyecto Si fueran mías. Cada semana saca una canción nueva, con arreglos acústicos, en la que se acompaña de sólo una guitarra.

“Tengo que confesar que algunos de los concursantes los identifiqué rápido, pues eran colegas con los que trabajé mucho tiempo. Pero otros hasta peleamos entre los jueces a ver quién tenía razón y perdí”, recordó entre risas.

REALITIES PARA LA FAMILIA

Tanto Lozada como Rivera han participado anteriormente en programas de reality. “Para los artistas son proyectos ideales para que el público lo vea a uno en nuevas facetas y lo conozca desde otro punto de vista”, indicó el puertorriqueño.

El cantante de temas como Guerra y Recuérdame manifestó que es además “una oportunidad para desarrollar otras habilidades y compartir con los colegas desde otra perspectiva”.

Para ambos, también es satisfactorio participar en un programa “que son creados para ser visto por toda la familia. Un entretenimiento sano que puede ser disfrutado por distintas generaciones”, concluyeron.

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