Fue con su segundo álbum, Atraes a los relámpagos, con el que Carlos Sadness se dio a conocer entre el público mexicano, que lo acogió y le permitió entrar con toda la fuerza al mercado latinoamericano.

A casi diez años del lanzamiento de este disco, y con un Latin Grammy en su currículum (obtenido en 2016 por su producción Diferentes tipos de luz), el español considera que es más famoso aquí que en su país, hecho que atribuye a la cercanía que existe aquí con la cultura y el arte.

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“Es un pueblo que valora la cultura, es realmente rico en sentido intelectual y emocional. Es un país que tiene cultura sin parar en todas partes, y la valora”, declaró a El Sol de México.

Con respecto a la relación con la música, agregó: “Lo noto como español porque cuando voy, me doy cuenta del interés que hay en los medios y entre el público en asistir a conciertos, en saber cosas sobre los artistas, y en España eso es algo que ahorita está un poco más olvidado. En mi país encanta el fútbol, la política, y luego la música”.

El cantante considera que la cercanía con Estados Unidos es una de las claves para este contacto con las expresiones culturales, ya que constantemente recibimos contenido variado, y es casi imposible esquivarlo.

Para fortalecer su vínculo con la música mexicana, invitó a la cantante Bratty a colaborar en su más reciente disco (Tropical Jesus), con el tema Chocolate y nata. Ambos se conocieron en los camerinos del Vive Latino, y luego de charlar y conocer su propuesta, Carlos notó que su estilo aportaba mucho a su universo musical.

“Creo que es una artista muy particular que dentro de todo lo que se está haciendo”, comentó. “Su música tiene sus límites, de pronto su propuesta no es la de hacer hits mega bailables, sino la de su propia película con una personalidad propia. Valoro mucho eso en un artista”.

Para el también ilustrador estas colaboraciones son muy enriquecedoras, porque las considera una manera de seguir aprendiendo sobre la cultura latinoamericana, y así imprimir esas enseñanzas en futuros discos.

“Es algo muy consciente porque lo vivo en el día a día. Por ejemplo, si estoy escuchando a una banda mexicana, pienso `Wow, qué manera de tocar, voy a tocar así y voy a probar´. Todo esto es muy espontáneo”, finalizó.