Aunque no se anima a decir que fue amiga del escritor Gabriel García Márquez (1927-2014), la cantante mexicana Eugenia León afirma que conocerlo y frecuentarlo en algunas ocasiones durante noches de bohemia marcó su vida.
Es por eso que este 2024, año en que se cumple una década de la partida del célebre colombiano, ella canta con gran sentimiento su propia versión en cumbia norteña de la ya clásica canción popular “Macondo”, para así celebrar una vez más la mágica historia de la novela “Cien años de soledad”.
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“Lo conocí en 1991, en una comida en la que estaban varias personalidades, como Consuelito Velázquez, Carlos Monsiváis, Oscar Chávez y más... Una noche que fue histórica para mí. Él era un bohemio que adoraba y sabía mucho de música, era encantador, una persona que se sabía una celebridad, y a la que le llamaba la atención lo que yo hacía y cómo cantaba”, relata Eugenia León, en entrevista con El Sol de México, mientras sonríe al recordar al colombiano en una fotografía en la que aparece junto a él y que subió en su página de Instagram.
Una decisión más que natural
Tras mencionar que la primera vez que escuchó “Macondo” fue con la versión del cantante y actor Oscar Chávez, “El caifán mayor”, Eugenia León explica que, en realidad no se trata de la primera vez que interpreta esta famosa canción compuesta en 1969, por el compositor peruano Daniel Camino Diez.
“Fue una decisión que se dio, creo yo, de manera natural. Chávez fue mi amigo, aparte de que fue mi mentor. Así pasaron los años y cuando murió, que fue en la pandemia, muchos amigos estábamos tristes, nos reunimos para hacerle un homenaje y yo canté ‘Macondo’ solamente con guitarra.
“Y ahora que en 2024 subimos a Tik-Tok esa versión, y vimos que le fue muy bien y a la gente le gustó mucho, decidimos grabarla. Es algo que me emocionó mucho, por el gran número de aristas de significados y circunstancias personales y estéticas que hay en esta canción”, afirma la cantante quien quiso hacer esta versión en cumbia norteña por estar ella enfocada últimamente en representar música de las regiones de México, sin olvidar la relación que tiene la cumbia, al ser un género originalmente colombiano, muy apreciado por el mismo Gabo.
La magia de una buena canción
Sobre esta canción, Eugenia opina con una sonrisa, que se trata de una composición que se “defiende por sí sola”, la cual provoca que la gente se “vea seducida sin que se preocupe por no saber en dónde está Macondo”, ya que se da la posibilidad de identificarse con lo que dice, como en el verso “eres, epopeya del pueblo olvidado”.
“Es lo mismo que logra la novela. En ella sí, está Colombia y el Caribe; y sí, en ella se ve la historia y proceso de América Latina y sus movimientos sociales, pero uno se puede en verdad sentir parte de ella cuando la lee.
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“Creo que a la gente le pasa como me pasó a mí, antes de leer el libro yo ya quería mucho a esa canción, porque de eso se trata la magia de una buena canción, que te cuente y te sepa contar una historia”, agrega la compositora, quien aconseja a los nuevos artistas a acercarse más a la literatura para así perfeccionar, tanto sus composiciones como formas de cantar.
“Mi sugerencia respetuosa es que lean buena literatura, les va a soltar mucho la pluma. Así van a poder tener acceso a un nuevo banco de lenguaje y sentimientos expresados de otras maneras que no sólo se limitan a decir te quiero o qué buena estás”, finaliza, quien afirma que “Cien años de soledad” es una de sus lecturas de cabecera en la que siempre descubre algo nuevo.
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