/ sábado 18 de abril de 2020

Fallece Alejandro Algara, un cantante fuera de serie

El cantante de 92 años fue el “intérprete exclusivo” de Agustín Lara y dio voz al príncipe Felipe en el clásico La Bella Durmiente

Cordial, amable, atento, caballeroso… así era el cantante Alejandro Algara, el “intérprete exclusivo” de Agustín Lara, según lo nombró el propio Flaco de oro. No fue triste su retiro de los escenarios hace un par de décadas por motivos de salud, ni tampoco su partida, ya que deja una historia brillante en la música romántica de México; lo lamentable es que los públicos de hoy no lo conocen ni han oído hablar de él, pues viven absortos en redes sociales, escuchando el canto poco generoso de Maluma o Mon Laferte.

No es que Mon y Maluma no tengan atributos, el problema es que los chicos de estos tiempos torcidos ignoran que Algara triunfó en sendos festivales musicales en Polonia y Japón y está considerado entre los grandes cantantes de nuestro país.

Nació el 25 de enero de 1928 en la Ciudad de México y comenzó su carrera en la XEW en 1950. Un dato por demás interesante es que Alejandro Algara Menéndez prestó su voz en español al príncipe Felipe en el clásico cinematográfico de Walt Disney, La bella durmiente.

Poeta como era su estilo, Lara comentó alguna vez que “la voz de Alejandro Algara es el vino del recuerdo en la fuente del corazón”. ¡Órale! Y es que su tesitura de tenor lírico ciertamente acariciaba y removía las fibras más íntimas de la víscera cardiaca.

Discípulo del afamado maestro de canto José Pierson, Algara primero grabaría boleros de Gonzalo Curiel, como Vereda tropical; después, entablaría una gran amistad con el Músico-poeta cuyas obras llevó al disco y entonó con singular éxito en cine y televisión, así como en diversos escenarios del mundo. Granada, María bonita, Solamente una vez, entre otras, le quedaban como anillo al dedo.

Del mismo modo con Agustín realizó varias giras tanto nacionales como al extranjero acaparando la admiración de los grandes públicos y el reconocimiento pleno a su talento. Alejandro Algara se mantuvo en la cima de la popularidad durante las décadas de los años 50, 60 y 70 del siglo pasado y su nombre permanece inscrito con letras de oro en la historia de la música romántica de México.

El cantante capitalino contrajo nupcias con la joven actriz Mónica Prado, 20 años menor que él, y había superado una neumonía a la edad de 86 años. También interpretó temas clásicos de otros autores como Adiós mi chaparrita, La borrachita, Ojos Tapatíos, La malagueña, Enamorada y La barca de oro, entre muchas más.

Cordial, amable, atento, caballeroso… así era el cantante Alejandro Algara, el “intérprete exclusivo” de Agustín Lara, según lo nombró el propio Flaco de oro. No fue triste su retiro de los escenarios hace un par de décadas por motivos de salud, ni tampoco su partida, ya que deja una historia brillante en la música romántica de México; lo lamentable es que los públicos de hoy no lo conocen ni han oído hablar de él, pues viven absortos en redes sociales, escuchando el canto poco generoso de Maluma o Mon Laferte.

No es que Mon y Maluma no tengan atributos, el problema es que los chicos de estos tiempos torcidos ignoran que Algara triunfó en sendos festivales musicales en Polonia y Japón y está considerado entre los grandes cantantes de nuestro país.

Nació el 25 de enero de 1928 en la Ciudad de México y comenzó su carrera en la XEW en 1950. Un dato por demás interesante es que Alejandro Algara Menéndez prestó su voz en español al príncipe Felipe en el clásico cinematográfico de Walt Disney, La bella durmiente.

Poeta como era su estilo, Lara comentó alguna vez que “la voz de Alejandro Algara es el vino del recuerdo en la fuente del corazón”. ¡Órale! Y es que su tesitura de tenor lírico ciertamente acariciaba y removía las fibras más íntimas de la víscera cardiaca.

Discípulo del afamado maestro de canto José Pierson, Algara primero grabaría boleros de Gonzalo Curiel, como Vereda tropical; después, entablaría una gran amistad con el Músico-poeta cuyas obras llevó al disco y entonó con singular éxito en cine y televisión, así como en diversos escenarios del mundo. Granada, María bonita, Solamente una vez, entre otras, le quedaban como anillo al dedo.

Del mismo modo con Agustín realizó varias giras tanto nacionales como al extranjero acaparando la admiración de los grandes públicos y el reconocimiento pleno a su talento. Alejandro Algara se mantuvo en la cima de la popularidad durante las décadas de los años 50, 60 y 70 del siglo pasado y su nombre permanece inscrito con letras de oro en la historia de la música romántica de México.

El cantante capitalino contrajo nupcias con la joven actriz Mónica Prado, 20 años menor que él, y había superado una neumonía a la edad de 86 años. También interpretó temas clásicos de otros autores como Adiós mi chaparrita, La borrachita, Ojos Tapatíos, La malagueña, Enamorada y La barca de oro, entre muchas más.

Local

Conmemoran Poderes en Huamantla la Batalla de Tecoac; llaman a trabajo coordinado

Este día la comuna la ciudad del Pueblo Mágico fue declarada capital por un día

Local

Mueve la fe a municipios del oriente para visitar las reliquias de San Judas, en Huamantla

Salud, trabajo, bienestar para sus familias, entre las peticiones de los creyentes que arribaron a la basílica de Nuestra Señora de la Caridad

Local

Encabezan Dante Delgado y Jorge Álvarez Máynez Convención Estatal en Tlaxcala

Para la renovación de la dirigencia del partido Movimiento Ciudadano

Local

El Buen Fin 2024 impulsa las ventas

5 mil comercios y servicios locales dieron paso al fin de semana más barato del año

Local

Nombran Embajadores de Buena Voluntad a exgobernadores

Gobernadora Lorena Cuéllar señala que el conocimiento y amor por Tlaxcala de los exmandatarios fortalecerá la identidad, bienestar y cohesión de la comunidad

Local

Impulsan la robótica en Universidad Tecnológica de Tlaxcala; celebran la octava edición de la Olimpiada Interamericana de Ciencia y Tecnología 2024

Para contribuir al desarrollo de conocimientos, habilidades científicas y tecnológicas, desde la instrucción educativa