Pablo Milanés, cantante y compositor, fundador de La trova cubana falleció a los 79 años en Madrid, donde se encontraba hospitalizado para atender un tipo de cáncer que disminuyó la capacidad de acción de su sistema inmunológico.
Milanés, que tenía una estrecha relación con México, suspendió a mediados de noviembre los conciertos que tenía previstos para ofrecer en la capital mexicana y también en Santo Domingo.
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En ese momento, su oficina de prensa explicó que “una serie de infecciones recurrentes” que padecía desde hace tres meses afectaron seriamente su salud razón por la que se vio obligado a cancelar sus actuaciones.
Pablo Milanés nació en 1943 en Bayamo, antigua provincia de Oriente, actual provincia de Granma en Cuba. Desde niño mostró su inclinación por la música, a los seis años ya era cantante de la radio local en La Habana, después se integraría a la Conservatorio Municipal de la Habana.
Seguidor de la corriente tradicional cubana conocida como feeling, música que surgió en la década de los 40 que destacaba por el romanticismo y metáforas poéticas en las canciones, una característica que Milanés nunca dejó de imprimir en su obra.
Su gran aporte musical fue sin duda ser fundador de la Trova Cubana, junto con Silvio Rodríguez y Noel Nicola. Inseparables en esa época, imprimieron a sus temas no sólo el estilo de la canción de autor, sino también de la música de protesta, esa que se utiliza para dar una postura política a través de la música.
En ese sentido, Pablo nunca tuvo reparos, es famosa su canción Yo pisaré las calles nuevamente, que dedicó al pueblo chileno y en la que describe cómo fue el golpe de Estado de Augusto Pinochet contra el gobierno socialista de Salvador Allende.
Su mensaje político también fue de apoyo a Cuba, a su país natal escribió Amo esta isla, pero siempre tuvo un reclamo al gobierno de Fidel Castro, pues en 1966 fue enviado por las autoridades a un campo de trabajo forzado en Camagüey, de donde pudo huir a La Habana para hacer las denuncias correspondientes, pues el consideró que era como un campo de concentración estalinista. Defendía la Revolución Cubana, pero siempre señalaba sus errores.
Desde 1968, el compositor hizo mancuerna con su gran amigo Silvio Rodríguez, viajaron juntos por el mundo, se convirtieron en embajadores musicales de su país, llevando la canción de protesta a toda América Latina, España y Europa.
De esa época son canciones como Yo no te pido, Los años mozos, Cuba va, Hoy la vi, Yolanda, No me pidas, Los caminos y Pobre del cantor.
El respeto que le tenían sus pares se lo demostraron en vida al grabar versiones de sus canciones más famosas en el disco Querido Pablo, en el que participaron Ana Belén, Miguel Ríos, Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute, Chico Buarque, Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
Dos de sus canciones más románticas se hicieron tan populares en México que las interpretaron desde Marco Antonio Muñíz hasta Mijares: El breve espacio y Yolanda, a ésta última se le cambió por cuestiones comerciales el nombre a Te amo y se convirtió en el tema que lanzó a la fama a la cantante Guadalupe Pineda.
Al músico cubano le sobreviven sus hijos Haydée, Lian, Lynn y Antonio; su hija Suylén murió a principios de año a causa de un accidente cerebrovascular.