El actor Diego Olivera lleva los últimos 11 años con igual número de telenovelas como la reciente Corazón guerrero, una clásica del melodrama con locaciones en Xochimilco, producción de Salvador Mejía.
Interpreta al villano Augusto Ruiz Montalvo, quien es un padre de familia protector de sus tres hijas jóvenes, pero un empresario en los negocios que para triunfar quita los estorbos en su camino para alcanzar el poder. Y es un pícaro en el amor, porque tiene relaciones extramaritales.
Desde el 28 de marzo en el canal Las Estrellas a las 16:30 horas, se transmite el melodrama en el que muestra varias facetas de Augusto. Al respecto Diego Olivera, en entrevista con El Sol de México, comparte: “A Augusto, lo quiero mucho, independientemente que no esté de acuerdo con él, pero lo quiero como personaje. A mí me da la posibilidad como actor de jugar un montón, yo no tengo ninguna contradicción con Augusto y todo lo que hace, lo hace con convicción y por un motivo. Estaría equivocado a lo mejor, yo Diego no escogería ese camino que ha tomado.
“Posee amor, tiene una atención hacia su familia, sobre todo a sus tres hijas que la verdad mis respetos hacia Augusto. Es capaz de dejar de lado su súper objetivo de poder, con tal de que sus hijas estén bien. Eso me seduce, porque por primera vez me dan el papel de papá de tres jóvenes. Y, por supuesto, tiene una historia no resuelta con respecto a sus amores con lo cual en el presente va a tener problemas y se meterá en estos”.
Olivera afirma que sus personajes han sido muy diferentes unos de otros, y agradece al productor Chava Mejía que en esta ocasión le haya dado la oportunidad de jugar con este nuevo antagónico. “Augusto es la columna vertebral en Corazón guerrero, es un personaje que se trae muchísimas cosas encima, con lo cual lo vamos a ver metido en cosas turbias, por su ambición de poder y siempre busca que nadie se acerque a su familia. Su vida empieza a tambalearse cuando conoce a los tres hermanos que vienen a vengar la muerte de su padre”.
Para recrear al personaje, se centró en el rol de padre, “él sin querer hace que sus negocios se vuelvan peligrosos y teme perder a sus hijas, que tarde o temprano, será por el amor a sus parejas”.
En un receso de las grabaciones en Xochimilco de Corazón guerrero, adelantó que esta historia es “una telenovela con todas las letras, no se va a sentir defraudados, es una gran historia, tratamos de hacer verdad el escenario y todos se pueden enganchar y viajar en ese cuento, que te lleva a viajar, pensar y disfrutar tramas que no son reales pero acaban siendo por su lenguaje y narración”.