Tras detener sus funciones luego del segundo semáforo rojo en la Ciudad de México, la puesta en escena de Ghost, la sombra del amor volvió al Teatro San Rafael este fin de semana.
Con un dispositivo de seguridad sanitaria, todos los asistentes pasaron por un filtro de limpieza que incluyó un módulo para gel antibacterial, un termómetro digital para registrar temperatura y una maquina sanitizadora antes de ingresar al recinto que recibió a famosos como Lolita Cortés, Kika Edgar o Alejandro Gou.
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Por primera vez en más de un año, se abrió un espacio para que desfilaran los invitados especiales. La gran ausente fue la alfombra roja, ya que sólo se montó un back con el logo del montaje donde artistas como Violeta Isfel o Michelle Rodríguez fueron fotografiadas antes de su ingreso.
La función comenzó en punto de las 20:00 horas, tiempo límite que permiten las autoridades capitalinas para iniciar los espectáculos en vivo. Algunas filas se encontraban bloqueadas al igual que algunos asientos. Sin embargo hubo localidades que no mantuvieron distancia y podía verse hasta cinco personas juntas en un solo bloque.
Aunque a primera impresión parecía haber una gran ola de gente, lo cierto es que el Teatro San Rafael ocupó sólo el 30 por ciento de sus butacas disponibles para respetar las reglas de reapertura. Esto es un 10 por ciento más de lo que se había permitido cuando se anunció la reactivación de actividades teatrales y que fue aprobada por las autoridades hace unos días.
“En principio nos habían autorizado el 20 por ciento y ahora el 30”, aseguró Morris Gilbert, productor del montaje quien consideró que por ahora no se ve esperanzador que la cifra de localidades permitidas aumente.
“No creo que vaya a pasar nada antes de Semana Santa, no tengo expectativa de que en abril cambie nada porque supongo que el gobierno esperará a ver qué pasa con las vacaciones y las reinfecciones, que ojalá no haya. Me imagino que hacia mayo podremos ir platicando de esos nuevos aforos”.
Morris Gilbert destacó que tanto ésta como el resto las funciones de Ghost que se realicen mientras siga activa la pandemia forman parte del preestreno de la obra, pues el montaje no será estrenado oficialmente hasta que el aforo permitido sea del 100 por ciento. “Si eso nos lleva un año, dentro de un año la estrenaremos de manera oficial”.
Como en su función del 16 de diciembre, dos días antes del segundo semáforo rojo de la Ciudad de México, la obra corrió con normalidad. Tanto Dai Liparoti como Agustín Argüello interpretaron a Molly y Sam, los protagonistas de la historia, con música grabada de fondo, ya que los músicos en vivo aún no pueden presentarse durante las funciones. Lorena de la Garza interpretó el papel de Oda Mae, que en cine le otorgó un Oscar a Whoopi Goldberg.
Los efectos especiales fueron los protagonistas de la noche, mostrando efectos visuales que generaban la ilusión de un alma saliendo de un cuerpo, un metro de Nueva York surgiendo en medio del escenario y algunos elementos volando por los aires como si fuera magia.
Ghost, la sombra del amor, es una adaptación musical que realizó Bruce Joel Rubin tomando como base la película homónima que él mismo escribió. El montaje se realizó por primera vez en Manchester en 2011 y de ahí se ha presentado en Broadway, Reino Unido y ahora México, con funciones de jueves a domingo.