El teléfono suena y la pantalla del aparato indica que quien llama lo hace desde República Dominicana.
"Soy Julio Iglesias", se escucha de inmediato a través de la bocina del celular y así, sin más preámbulos, comienza la que será una breve charla, sin intermediarios y sin mayores protocolos, con el que es uno de los mayores exponentes de la música hispana en todo el mundo.
La conversación tiene por objetivo hablar sobre la gira que el cantante español hará por México, pero pronto, y debido a la calidez del intérprete de Lo mejor de tu vida, la plática se abre a otras posibilidades…
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El cantante habla con una serenidad envidiable, la que le han otorgado sus 75 años de edad y con la seguridad y autoridad que le han regalado sus más de cinco décadas en la música.
En el marco de su gira 50 aniversario, Julio se presentará en Querétaro, Monterrey, Ensenada y Ciudad de México.
Julio Iglesias adelantó que esta gira la cerrará en Asia, pero no significará el fin de su carrera ni mucho menos, pues el cantante espera morir cantando.
“Lo que yo espero de la vida es que me permita cantar hasta el final. El secreto de la vida es cantar, cantar y cantar, porque cuando los cantantes dejamos de cantar, porque no nos dejan cantar más, los pulmones se estrechan, porque cuando cantamos estamos acostumbrados a tener un aire muy fuerte y cuando dejas de cantar el pulmón no se agranda otra vez y los pulmones pierden fuerzan, el aire entra en menor cantidad y nos asfixiamos, es vital el cantar”, reflexiona.
Para cumplir a cabalidad con estos compromisos, el madrileño se encuentra en su residencia en Punta Cana, donde ya renueva fuerzas para ofrecer lo mejor de su repertorio.
“Van a escuchar en el concierto todo lo que quieren escuchar. El artista debe cantar en el escenario lo que la gente quiere venir a ver, eso con toda la pasión y emoción por supuesto, porque sin pasión y emoción nada va, entonces cualquier canción que tiene pasión y emoción pues debe apasionar y emocionar, pero lo más importante es que la gente espere lo que ellos quieren que cante y eso es lo que voy a hacer, desde La vida sigue igual, hasta Ella de José Alfredo Jiménez”.
Julio agradece su larga carrera y los éxitos cosechados. “Para mí el privilegio es la gente, la gente es la que me ha dado tantísimo cariño y a toda la gente le debo lo que ha pasado en mi vida. (…) Le he cantado a todo, al amor, al desamor, a todas las etapas emocionales de la vida de los seres humanos, esa es la historia de verdad y lo más importante para mí es que después de 50 años vuelvo a cantar en tu país, donde he cantando por primera vez en el año 71, imagínate, han pasado casi 48 años, muchísimos años y aun la gente sigue queriendo ir a un concierto y eso me llena de honor, porque volver, como te lo he dicho al principio, volver a cantar otra vez es muy significativo”, señala.
Julio sigue componiendo, aunque e veces se desespera. "Dicen que los grandes creadores responden a la escritura hasta cierta edad y que solo los genios siguen escribiendo bien en todas las edades y desgraciadamente yo no soy un genio", concluye el artista español.