Lucila García es una talentosa violonchelista para quien interpretar música es lo más emocionante que le puede pasar; el tocar un instrumento es “Estar recreando música que fue creada hace mucho tiempo o música que creada hace dos meses, es como empatía, a través de la música puedes estar en contacto con gente, con épocas, con tiempo o con lugares, eso para mí es lo más impresionante”, comenta emocionada.
Desde los siete años, inició sus estudios musicales en Casa de Música del Estado de Tlaxcala, practicando piano y participando en el coro infantil de la institución; al respecto mencionó que tocar el piano no le agradaba del todo, pero asistía porque le gustaba escuchar música.
Cuando tenía aproximadamente 14 años, una tarde estando en su casa, escuchó unas canciones de Paul McCartney en versión sinfónica y le agradaron tanto que decidió aprender a tocar violín por lo que acudió a la Orquesta Sinfónica Infantil para tomar clases, pero solo había lugar para el chelo, aceptando tomarlas y, cuando hubiera oportunidad, pasarse a las clases de violín.
Empieza la magia
Siendo integrante de la Orquesta Infantil, tuvo la fortuna de participar en varios encuentros musicales en los estados de Oaxaca, Puebla, Coahuila y Morelos, y fue en uno de estos eventos, cuando tocaban una melodía de Tshiakovsky, cuando descubre lo que quiere ser: violonchelista.
Al terminar la preparatoria, ingresa a la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, iniciando en el 2006 sus estudios profesionales con la doctora Anna Maklakiewicz y el Maestro José Arias Luna. Durante su estancia en esta institución participó en la Orquesta Sinfónica de la misma bajo la batuta del Maestro Fernando Ávila Navarro y en el Ensamble de Música Antigua de Xalapa ejecutando la Viola da Gamba.
Su amor a la música hizo que fuera miembro fundador de la Orquesta Sinfónica del Estado de Tlaxcala A.C., organización sin fines de lucro dedicada a la difusión de la música de concierto. Con ella ha sido partícipe como ejecutante, así como promotora y organizadora de diversos proyectos.
En 2013 ingresó a la Escuela Nacional de Música, hoy Facultad de Música de la UNAM para continuar con sus estudios de música, estudiando con Ignacio Mariscal, Gustavo Martín y Vladimir Sagaydo. Desde 2014 a 2017 fue integrante de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía de la Facultad de Música bajo la batuta del maestro Sergio Cárdenas Tamez, participado en diversos conciertos de esta agrupación en recintos como el Palacio de Bellas Artes y la Sala Nezahuyalcoyotl. También fue integrante del Ensamble de Música Nueva de la Facultad, con la que realizó el estreno de obras de jóvenes compositores mexicanos, participando en el 40 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez.
Desde hace varios años su vida gira alrededor de la música, pues además de colaborar en varios ensambles de música contemporánea y barroca, toca en orquestas y colabora con la fundación de la Orquesta Sinfónica del Estado de Tlaxcala y está haciendo su tesis sobre música mexicana, participa en un proyecto en la biblioteca de la Facultad de Música de la UNAM y da clases particulares de música.
Al preguntarle cuál es su compositor favorito, expresó que Tshiakovsy, pues a través de sus obras logró plasmar todas las emociones que experimentaba en el momento de escribirlas y que van desde una gran pasión hasta una tremenda depresión.
El músico mexicano que más le llama la atención es Rubén Montiel, de él ejecutará el segundo movimiento del concierto de chelo, que lleva como nombre “Lluvia en la arena” en su examen de titulación que será en los próximos meses. También tocará un concierto de Arturo Márquez y una sonata de Manuel M. Ponce para esa ocasión.
EL APUNTE
- Lucila García fue parte del programa de Orquesta de Cello de la Academia de Cello Rutesheim 2017, bajo la batuta del Maestro Gunther Tiedemann, realizado en Rutesheim, Baden-Württemberg, Alemania.
TRIBUTO
ADMIRA A RUBÉN MONTIEL
- Fue un músico veracruzano que estuvo en cautiverio junto con el cuerpo diplomático mexicano en la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial; durante este tiempo, tocaba su violonchelo para dar esperanza a todos los cautivos del lugar.
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