El actor Luke Perry, uno de los iconos más representativos de la televisión de la década de 1990 por su papel del rebelde Dylan McKay en la serie "Beverly Hills, 90210", es recordado este lunes por los seguidores del programa al conocerse la noticia de la muerte del popular "chico malo".
El actor, que falleció en California a los 52 años tras sufrir un derrame cerebral días atrás, fue un habitual de la pequeña pantalla en las década de 1990 y del 2000 con apariciones en las series "Law & Order", "Will & Grace", "Another World" y "Criminal Minds".
Pero fue su papel en "Beverly Hills, 90210" el que marcó a una generación de espectadores que vieron en él, con sus patillas, chaquetas de cuero y actitud indisciplinada, a un icono para una nueva generación de adolescentes.
Gracias a su personaje solitario, en lucha contra el alcoholismo y marginado de su familia, Perry protagonizó una portada de la revista People, que lo nombró "el rompecorazones más grande de la televisión", un título que explica los disturbios que provocó en algunas de sus apariciones públicas.
Cuando visitó un centro comercial en Seattle para firmar autógrafos en 1991, Perry tuvo que ser trasladado en un cesto de una lavandería después de que una multitud de jóvenes se abalanzara hacia él.
También ese mismo año, 21 personas resultaron heridas cuando más de 8.000 fanáticos se subieron a un escenario para verlo de cerca en el sur de la Florida.
"No sé por qué sucedió. Ni siquiera canto", bromeó entonces Perry en declaraciones al diario The Washington Post.
La serie "Beverly Hills, 90210" se estrenó en 1990 y con el tiempo, gracias a sus emisiones veraniegas, alcanzó una gran popularidad que la mantuvo en pantalla durante 10 temporadas en las que millones de televidentes se engancharon a la vida glamurosa de los estudiantes del instituto West Beverly Hills High, ubicado en la rica y exclusiva ciudad del oeste de Los Ángeles.
La serie fue pionera en abordar temas como el SIDA, la violación en citas, las discapacidades en el aprendizaje y el embarazo en la adolescencia.
También sirvió de ejemplo para futuros dramas adolescentes como "Dawson's Creek", "The O.C." y "Zoey 101", y generó una serie derivada (spinoff): "Melrose Place".
Precisamente Perry fue hospitalizado la semana pasada, el mismo día que se anunció que la serie que le llevó al estrellato regresaría con un nuevo enfoque y con antiguos miembros del reparto como Jason Priestley, Jennie Garth, Ian Ziering, Gabrielle Carteris, Brian Austin Green y Tori Spelling.
"Voy a estar ligado a ese personaje hasta el día que me muera, pero me parece bien. Yo creé a Dylan McKay. Es mío", explicó Perry en el pasado sobre el personaje que lo convirtió en una celebridad.
Según la web TMZ, el actor había acordado aparecer en la nueva producción como invitado, pero no podía tener un papel más relevante debido a sus compromisos con la agenda de "Riverdale", la serie basada en los cómics "Archie" en la que trabajaba actualmente como protagonista desde 2017.
Entre sus últimas actuaciones Perry también participó en el rodaje de "Once Upon a Time in Hollywood", la nueva película de Quentin Tarantino que se estrenará en verano de 2019.
En la gran pantalla también apareció en películas como "Buffy the Vampire Slayer", "8 Seconds" y "The Fifth Element".
Perry nació en la zona rural de Mansfield (Ohio), el 11 de octubre de 1966, y se crió en las cercanías de Fredericktown, donde, según recordó, "tenía clases sobre cómo dar a luz vacas y manejar tractores" en su escuela secundaria.
Se mudó a Los Ángeles después de graduarse y trabajó en empleos ocasionales como vendedor de zapatos y obrero en una fábrica de picaportes, mientras buscaba trabajo como actor, guiado por los sueños de convertirse en el próximo Paul Newman.
Él mismo contó que fue rechazado 216 veces antes de conseguir papeles en las telenovelas "Loving" y "Another World", después de los cuales conoció a un director de casting que lo sugirió para crear al complejo adolescente Dylan McKay en "Beverly Hills, 90210".