Que el reguetón y la música urbana dominen las listas de popularidad en Latinoamérica y el mundo ya no es una discusión. Sin embargo, parece que esto no asegura que la ola latina reciba el reconocimiento de la Academia Latina de Grabación, que mañana celebrará la ceremonia de entrega de premios de los Latin Grammy número 20.
Desde que fueron anunciados los nominados para esta edición, donde Alejandro Sanz lidera la lista con ocho menciones, figuras como Daddy Yankee, J Balvin, Nicky Jam, Maluma o Becky G se han unido para protestar por lo que consideran una falta de respeto por este género musical.
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“A pesar de estar nominado, no estoy de acuerdo de la manera que trataron al género y a muchos de mis colegas. Recuerden una cosa muy importante, su plataforma no fue la que creó este movimiento. Esto va más allá de un premio. Esto es cultura, credibilidad, pertinencia y RESPETO. #sinreggaetonnohaylatingrammy”, escribió Daddy Yankee en su cuenta de Instagram iniciando así la protesta.
Este hashtag se volvió entonces una tendencia que siguieron figuras como Natti Natasha o J Balvin, quien comentó la imagen de un gramófono alusivo al galardón tachado con una cruz roja diciendo: “Por la cultura y el movimiento!!”.
“Pero el Grammy no lo es todo”, asegura Eduardo Cabra, mejor conocido como Visitante, quien como parte de la dupla Calle 13 ha ganado 21 gramófonos en nueve años. “Hay 15 mil miembros de la Academia, sino votaron por ellos por algo es. Somos un gremio selecto que escoge las cosas y hay muchas propuestas súper interesantes que no cayeron en las categorías principales como Álbum del Año, como es el caso de Juan Luis Guerra”, agrega el músico.
A partir de 2013, la presencia del género urbano comenzó a crecer con la presencia de Wisin & Yandel, Becky G junto a Maluma y Pitbull colaborando con El Cata y Enrique Iglesias con actuaciones sobre el escenario. Fue en ese año cuando se creó una nueva categoría: Mejor Fusión/Interpretación Urbana.
Este año, las actuaciones en vivo incluyen los nombres de Ozuna, Anitta, Farruko, Bad Bunny, Sebastián Yatra y Rosalía, quien además pinta como la gran favorita para esta edición.
“Es innegable el impacto y la importancia que ha tenido la música urbana para la cultura latina, nunca había habido un movimiento así, ni un artista comparable, ni una cosa de este calibre”, dice Jesús Navarro, vocalista de Reik, quien asegura “no tiene mucho sentido quejarse” ante la ausencia de nominados urbanos en las categorías principales.
“Entiendo la frustración de la comunidad de artistas urbanos, pero también creo que la Academia es la Academia y ni yo, ni ellos ni nadie es alguien para decirles cómo y a quién nominar”, pues este premio no determina a ningún artista, dice el intérprete del grupo, cuyos últimos éxitos han sido por su mezcla de sonidos urbanos.
Para Bibi Marín, guitarrista de Reik, obtener un gramófono latino “es un beneficio a corto plazo”, dice. “Cuando nos ganamos el Grammy, los shows que se vendieron los próximos seis meses pudimos subir el precio del show, pero después de eso no te asegura que los conciertos se van a llenar o que tus siguientes canciones llegaran al número uno”.
El año pasado, J Balvin dominó la lista de nominados con ocho menciones, mientras que Rosalía hizo su debut con cinco. La española se llevó dos galardones, mientras el colombiano sólo obtuvo uno. Ambos fueron reconocidos en las categorías urbanas o alternativas, más no en las principales de Canción, Grabación o Álbum del año.
Raquel Sofía, nominada dos veces al Latin Grammy, asegura que hubo proyectos importantes del género urbano que quedaron fuera de las categorías principales: “El disco de Bad Bunny me hubiera encantado verlo como Disco del Año y a Tainy como productor también”. Sin embargo, dice que hay espacio y premiaciones para todos: “Los Grammy son una cosa, los Billboard y los Juventud son otra. A los cantautores no nos nominan a los premios juventud, así es que tampoco nos podemos quejar”.