Lo suyo no fue precisamente un cambio de profesión. Sofía Ellar, quien tuvo siempre una vena artística, aplicó sus conocimientos en Administración a su carrera musical.
“Desde el último año de la carrera, hice un análisis de la industria para un proyecto alrededor de la música, pero no pensando que esto ocurriría, siempre he escrito canciones, toco la guitarra, pero era un hobbie y de repente empiezo a ver que sí tenía un market plan para poder hacer esto”, dice en entrevista Sofía Ellar, quien originalmente usaba su cuenta de Instagram para compartir consejos de emprendimiento y ahora la usa para difundir su música entre sus 341 mil seguidores.
Ella misma es su empresa. Totalmente independiente, recalca quien visitó México en un plan promocional que incluyó un “tour de tacos”.
E hizo todo un plan: “tuve que hacer ese market research para identificar quién es Sofía Ellar, qué valores tiene, cómo se define, en qué idioma canta, empecé a explorar las redes sociales, para definir los colores, mi estilo, construir una marca, es decir, soy yo, una persona, no me quiero llamar marca a mí misma, pero empecé a construir mi camino de cero”.
Sofía Ellar recuerda cómo pasó de las redes sociales a las grabaciones y los conciertos. “Instagram no era una plataforma para música, en ese entonces estaba soundcloud, iTunes, sin embargo era aplicación que funcionaba rápido y era muy visual, me venía bien, porque aunque sólo tenía unos segundos para poder tocar una canción, me parecía un reto, decir tengo 15 segundo para que alguien se atrape y le guste lo que estoy haciendo”.
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Con el éxito en Instagram vino su primer disco, financiado por ella misma; “recuperamos muy rápido la inversión, lo reinvertí, creamos una sociedad, en fin, todo el papeleo detrás de una empresa, no sólo me dedico al escenario, también a las altas y las bajas de toda la gente, cómo pagarles, ser promotor, hacer conciertos, cómo funcional los festivales, son muchísimas cosas”.
Empatar el negocio con el lado artístico no le ha sido fácil, pero confía en el equipo con el que trabaja; “que reme a favor de la empresa y entienda sobre todo, cuál es la visión del proyecto y para eso., el trabajo previo de la marca, que soy yo, es muy importante que todo miembro del equipo tenga muy claro qué es Sofía Ellar y qué no es”, concluye quien en este camino hizo un experimento en redes, al crear un alter ego, especie de “lado oscuro”, que le sirvió para descubrir que “a la gente no le gusta un personaje, le gusta Sofía, que soy yo”.
Y 23, es el más reciente sencillo de su próximo disco, que saldrá a la venta en septiembre próximo.