La pandemia por Covid-19 pone a prueba la sobrevivencia de las escuelas particulares en la entidad, debido a que ha habido bajas de alumnos que emigraron a los planteles públicos ante la falta de solvencia económica de los padres de familia para cubrir las colegiaturas. El dinero escasea y el nivel de educación, en los dos casos, es el mismo. Las instituciones que cobran no innovan ni garantizan un mayor aprendizaje.
Tampoco ofrecen algo alternativo. Saben, porque especialistas en la salud lo han hecho público, que un niño sentado en una silla de madera o metal, más de cinco horas, puede lastimarse la cadera y que la mesa, sala, cocina y recámaras, no son los mejores espacios para tomar clases. No les ocupa el tema y tampoco han ofrecido, no regaladas, cuando menos en comodato, computadoras.
El Sol de Tlaxcala tuvo conocimiento de que un padre de familia gastó para las actividades escolares a distancia y evitar algún problema de salud de su hijo que estudia en una escuela de paga, un sillón ejecutivo cuyo costo ascendió a poco más de cuatro mil pesos, una tableta de cinco mil 500 pesos y un celular de casi 10 mil pesos.
En contraparte, el personal de la escuela solo cumple con la función de llamar antes del día diez de cada mes para recordar “que debe pasar a pagar la colegiatura o hacer la transferencia”. Es necesario ser puntual o hay recargos.
Pero no solo eso. En colegios privados el nivel de inglés es “pobre”. Los papás consultados, para fortuna del infante, dominan el idioma y él, como parte de las actividades del día en casa, lo tiene presente y lo aprende.
Así, una vez que transcurrió un año en clases a distancia, los maestros de escuelas particulares -donde las colegiaturas mensuales alcanzan hasta los cuatro mil 500 pesos- afirmaron que su trabajo es más pesado, además de que se enfrentan a situaciones económicas complicadas por su salario y los padecimientos por los contagios de Covid-19.
Mencionaron que, comparado a sus homólogos de las escuelas públicas, en sus casos cumplieron con capacitaciones más completas, pues sus autoridades escolares los obligan a estar mejor actualizados en las plataformas que emplean en sus materias, en las diferentes aplicaciones y herramientas tecnológicas.
Reconocieron que su salario es menor, en muchos casos es por hora clase, sumado a que deben expedir recibos de honorarios y pagar a un contador para hacer los trámites de declaraciones de impuestos federales. Al final su salario quincenal se ve reducido.
Cuidadosos de no dar sus datos precisos para evitar represalias en las instituciones donde laboran, El Sol de Tlaxcala conoció sus opiniones sobre lo que ganan en promedio por mes y, ya con deducciones, asciende a unos seis mil pesos.
Coincidieron en que sus gastos aumentaron porque absorben los pagos de internet para conectarse en línea, tanto para las clases como para las reuniones con los directivos.
Dijeron que las autoridades en los planteles supervisan sus clases de tal manera que ocupen los minutos contemplados para su materia, en ocasiones disponen de más tiempo para calificar los trabajos y estar al pendiente por si algún alumno se comunica para que le explique.
“Ingresa el director a la clase para ver que estemos en actividad, las herramientas que ocupamos, que no haya fallas en la señal de internet en nuestra casa, pero a veces falla, no hay buena señal, se interrumpe o se acaban los datos. El sueldo es el mismo, no hubo incrementos”, compartió Braulio N., maestro de Lengua Materna.
En tanto, el docente Carlos N., manifestó que las prestaciones que logran, dependen de la antigüedad que tienen en la institución. “El problema son los años sino acoplarse a las condiciones de trabajo”.
A su vez, Elizabeth N. compartió que “con el pago de impuestos al final el salario se reduce en perjuicio a nosotros. Tenemos hijos también en la escuela y gastos que hacer”.
Por su lado, Esmeralda N., expresó que “el salario es por las horas que dan en secundaria, pero si solo tienes clases con primero, es poco”.
Imelda N., trabaja en un instituto que tiene bachillerato, imparte la materia de biología y reconoció que el pago por hora es de 90 pesos. Tiene apoyo de vales de despensa cada mes y está asegurada.
“Es poco lo que gano por dar clases. Tengo unos 15 años siendo maestra en escuelas particulares, me gusta mi área, pero en cuestión económica creo que está mal pagado”.
LAS BAJAS
- La Secretaría de Educación Pública del Estado, informó que en lo que va del ciclo escolar, seis escuelas particulares hicieron oficial su cierre por falta de matrícula.
EN LA ENTIDAD
- Están registradas 291 instituciones de carácter privado, de las cuales 162 son de nivel preescolar, 127 primarias y dos telesecundarias en el nivel básico
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