Durante la primavera, el trabajo de las abejas consiste en polinizar las flores de semillas productoras de alimentos para el ser humano.
De ahí que se acabarían los alimentos y la vida sin la presencia de estos insectos trabajadores, sostuvo Carlos Guevara Méndez, investigador del Instituto Tecnológico del Altiplano.
Con 30 años de experiencia, el agrónomo, apicultor y quiropráctico en Tlaxcala, denunció que en los últimos tres lustros han muerto millones de abejas por incendios forestales y el uso de agroquímicos en las tierras de cultivos.
Pero no solo eso, advirtió que de seguir así, la vida de las nuevas generaciones estaría en riesgo ya que estos polinizadores son los más importantes en un ecosistema.
Explicó que la apicultura es una actividad de resistencia para quienes se dedican a ella pues en 2019 solo recolectaron 12 toneladas de miel.
A propósito del Día Mundial de las Abejas que se conmemora cada 20 de mayo, expuso que no hay nada que festejar, por el contrario, falta mucho trabajo y apoyo.
PRODUCEN UNAS 90 TONELADAS ANUALES EN TLAXCALA
El investigador destacó que, en condiciones normales, los 427 apicultores en Tlaxcala producen unas 90 toneladas de miel cada temporal. Estimó que, a nivel mundial, se pierde anualmente el 50 % de las colonias al fin de la temporada apícola de cada región.
-Ingeniero, ¿a qué se enfrenta la apicultura en los años venideros? -”A la pérdida millonaria de abejas por distintos factores, como incendios y el uso indiscriminado de agroquímicos”. Por ello, destacó que los hombres del campo y el gobierno en sus tres niveles, deben entender que sin abejas no hay alimentos”.
“El riesgo es que se acaben los alimentos y la vida, los apicultores repondremos las colonias perdidas, pero lo que ganamos no alcanza para darles de comer y por eso deben existir programas de apoyo y subsidio de las autoridades”, enfatizó.
Ya que esta actividad depende de la favorable precipitación pluvial y áreas forestales sanas, es necesario no alterar los ecosistemas y por eso “levantamos la voz pidiendo a la gente que evite quemas agrícolas e incendios forestales”.
A los productores del campo, los exhortó a que disminuyan el uso de agrotóxicos al combatir la hierba mala, así como la aplicación de fertilizantes.
Al mismo tiempo, solicitó a las autoridades que hagan valer el Reglamento de Protección y Fomento a la Apicultura, pues “con el exterminio consciente o inconsciente de las abejas se avecina el declive de la producción agrícola”.
“YA LLEGUÉ, MIS NIÑAS”, EXPRESA APICULTOR
En la granja apícola San Marcos, ubicada en el señorío Tepeticpac, municipio de Totolac, Carlos Guevara mostró a este Diario la forma de trabajo diario.
“Ahora están desnutridas pues no empieza la floración y con el invierno producen poco, solo para que vayan comiendo, pero les complemento con azúcar y agua”, explicó.
Para acercarse a las 23 cajas sin alterarlas, el apicultor hace humo con residuos de combustible de ocote y tlaxistle.
Y para ingresar a este lugar es necesario entrar con ropa sin lana, pantalón doble y un equipo especial que cubre todo el cuerpo. ¡Ya llegué, mis niñas!, expresó el agrónomo cubierto con una careta, pero con los brazos expuestos.
Durante los minutos que el experto exhibió la técnica de la actividad agropecuaria para cosechar miel, cera y polen, las abejas parecían sus amigas.
Ahí, habló de los osos que, sin trabajar, se alimentan de miel en otras partes del mundo, mientras que estos polinizadores no descansan.
LA APITERAPIA
Carlos Guevara estableció que durante 23 años utiliza la medicina alternativa con el veneno de las picaduras de estos insectos. Comentó que el piquete ayuda a las personas que presentan inflamación muscular, artritis, artrosis, dolores de espalda y hernias.
Refirió que ante la Covid-19, han dejado de ir algunos pacientes y no pueden viajar a Veracruz donde tienen páneles en producción.
Reiteró que si bien hay lluvias desde marzo, todavía no se sabe si será un año de buena cosecha.
DENUNCIA
- En los últimos tres lustros han muerto millones de abejas por incendios forestales y el uso de agroquímicos en las tierras de cultivos.
No existe nada mejor que la picadura de la abeja, la apiterapia o abejarapia son una forma de medicina alternativa
Carlos Guevara / apicultor de Panotla
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