Cientos de peregrinos del poblado San Pablo Zitlaltepec, ubicado en el municipio Zitlaltepec de Trinidad Sánchez Santos, ascendieron hasta la cima de la Malinche, para pedirle a San Sebastián Mártir que intervenga ante Dios para que el agua que nace entre el bosque de oyameles no se agote.
En la víspera al 19 de enero, los feligreses pernoctaron para cantarle las “Mañanitas” a San Sebastián, en la iglesia ubicada en el nacimiento de agua cristalina, a poco menos de un kilómetro de la cima de la quinta montaña más alta de México.
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A los viajeros poco les importó la helada que se registró a más de tres mil 800 metros de altitud, remanente del Frente Frío número 24. Llevaron cobijas, hicieron fogatas y prepararon café para pasar la noche al pie de la barranca Grande. “Hemos caminado cuatro horas, desde el pueblo de San Pablo, pero vale la pena velar a nuestro Santo Patrón, lo hacemos cada año, recibimos salud a cambio... al ratito escuchamos misa y, luego, regresamos a la casa por la tarde”, aseguró Salvador Carrera, pregrino de San Pablo.
Hasta el templo católico solo pudieron escalar niños, adolescentes y adultos, no así personas adultas mayores de sesenta años, pues el acceso es peligroso y difícil, toda vez que, los peregrinos deben cruzar una barranca profunda.
Al mediodía, Victorino Osornio Osorno, párroco de esa comunidad, celebró la homilía tradicional. Recordó a los fieles que San Sebastián Mátir es la causa del festejo. “Es el único lugar en Tlaxcala, donde la multitud tiene que caminar cuatro horas hasta este lugar en la montaña, pero los últimos mil pasos son caminando, no hay forma de subir en vehículo”.
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Incrementó este año el número de peregrinos
El religioso expresó que a diferencia del año pasado, el registro de peregrinos casi se duplicó pues “esto se debe a que los representantes de los medios de comunicación no están ayudando a través del Facebook para replicar lo que hicimos el año pasado”.
Respecto a los estragos que ha causado el cambio climático entre los bosques dijo: “el calentamiento global de la tierra es una realidad, la naturaleza reacciona cuando no la cuidamos, cuando interviene la mano del hombre, todo se hace un desastre, por eso, debemos ser más responsables para cuidar los recursos naturales en llevarnos la basura”, conminó a su grey.
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Luego, consideró que este acto fe en la montaña, podría incrementar si se hace en fin de semana, aunque los peregrinos no estuvieron de acuerdo pues dijeron que al Santo Patrón se le celebra en su día.
COHETONES, MÚSICA Y CARNITAS
Después del acto litúrgico, autoridades de la mayordomía y de Zitlaltepec se organizaron para obsequiar alimentos a los cientos de visitantes.
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Frente a la iglesia ofrecieron arroz y mole, mientras que un kilómetro abajo, prepararon carnitas pues sacrificaron a diez cerdos.
Arturo Hernández, un hombre de 35 años, cargó sobre su espalda a San Sebastián el recorrido de 20 kilómetros; lo hizo acompañado de mayordomos.
Por su parte algunos visitantes aprovecharon para llevar a sus hogares agua del nacimiento.
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- En la víspera al 19 de enero, los feligreses pernoctaron para cantarle las “Mañanitas” a San Sebastián, en la iglesia ubicada en el nacimiento de agua cristalina.