Admiran en España el arte efímero de Huamantla

Congreso internacional

ISABEL AQUINO / Colaboración especial

  · domingo 15 de julio de 2018

  • La tierra de Don Quijote rebosó de colorido y alegría en la magna exposición de alfombras que mostraron la cultura y tradiciones de países como España, Italia, Bélgica, Alemania, Malta, México, Corea, Japón, India y Tíbet

El colectivo Alfombristas Mexicanos de Huamantla confeccionó una alfombra con semillas naturales como punto culminante del VII Congreso Internacional de Arte Efímero que se celebró en Elche de la Sierra, Albacete, Castilla-La Mancha, España, junto con otras delegaciones de países de tres continentes.

El evento alfombrista más importante del mundo que se celebra cada dos años desde el 2006 reunió a asociaciones de Europa, América y Asia con el propósito de favorecer las relaciones entre alfombristas para que se mantengan los valores que caracterizan al colectivo: la generosidad, el voluntariado, el respeto, la amistad y la creatividad.

Durante el congreso, los alfombristas de varias partes del mundo analizaron diversos temas desarrollados en ponencias, mesas redondas, talleres, grupos de trabajo y conferencias sobre la importancia artística, cultural y turística de las alfombras de arte efímero en el siglo XXI, y como punto culminante la elaboración de una alfombra típica por cada delegación, con características y técnicas propias de cada región, elaborados con materiales como arena de volcán, flores de distintos colores, una gran variedad de semillas, hojas, conchas de mar, barro, sal y aserrín entre otros.

La participación de los alfombristas de Huamantla fue una oportunidad única para promocionar las tradiciones, sitios turísticos y valores culturales, naturales y arquitectónicos de Tlaxcala afirmó Isabel Aquino Romero, representante en México de la Comisión Gestora Internacional de Entidades Alfombristas de Arte Efímero.

Asimismo, añadió que para este séptimo congreso también se conformó un Comité Científico integrado por especialistas en artes y patrimonio cultural, quienes tuvieron la encomienda de estudiar las medidas de salvaguarda de las alfombras a fin de procurar continuidad a esta tradición para garantizar su permanencia a futuras generaciones.

Aquino Romero opinó que, para poder conservar este patrimonio, es necesaria la cooperación internacional y ayuda mutua de sus creadores, además de que estos estudios científicos permitirán integrar mayor información al expediente multinacional para inscribir a las alfombras de arte efímero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO.

La confección de las alfombras para la exposición mundial más importante del arte efímero requirió de la colaboración incondicional de cientos de personas que, pese a tener distintas creencias religiosas, idiomas y culturas, con voluntad, armonía, respeto y valoración mutua dieron origen a esta creación colectiva que dio luz y color a la tierra de Don Quijote.

  • “PRIMERO SUEÑO”, ALFOMBRA MEXICANA

El autor del boceto de la alfombra “Primero sueño, el barroco mexicano es libertad”, Alejandro Lira Carmona, precisó que el concepto está enfocado en el barroco mexicano como resultado del sincretismo de las culturas y basado en la tradición alfombrista de Huamantla, Tlaxcala, México; cuyos materiales de confección son una ofrenda, un agradecimiento a la tierra por lo recibido con elementos naturales que reflejan nuestra identidad como el maíz.

“Primero sueño, el barroco mexicano es libertad” se confeccionó durante más de 15 horas, en las calles de Elche de la Sierra, junto con delegaciones de toda España, Italia, Alemania, Bélgica, Malta, Japón, Corea, India y Tíbet.

Lira Carmona resaltó que es la primera vez que Huamantla realiza una alfombra de semillas en el extranjero, utilizando maíz de diferentes variedades, tamaños y colores, frijol, alubias, detalles en chinamite (caña seca de maíz) y hojas de maíz.

El presidente de la Asociación Alfombristas Mexicanos mencionó que esta alfombra expresa a través de la belleza, la fuerza y la autenticidad, la identidad barroca, “México es explosión de color, creatividad que honra sus raíces prehispánicas, es fe y tradición que une a un pueblo, es biodiversidad natural, es un corazón que late con orgullo y pasión para mostrar el valor y vigencia de la cultura nacional”, añadió.

Por otro lado, los elementos que se representaron en dicha alfombra son: el corazón, el ajolote, la luna, la serpiente de cascabel, el guajolote, el lobo mexicano, la mariposa monarca, el tlacuache y la diosa Tonantzin, así como la música a través de ángeles inspirados en la obra del gran muralista tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin.

  • ELEMENTOS SIGNIFICATIVOS DE LA ALFOMBRA

El corazón, el cual representa el mestizaje mexicano que a partir de la convergencia cultural y social sentó las bases de nuestra identidad, expresada con el color, la creatividad y el espíritu de nuestro pueblo.

El ajolote, animal icónico en la mexicanidad por su capacidad de regeneración celular. El espíritu del ajolote fue reconocido por las culturas antiguas que lo veían como un ser que desafía a la muerte.

La luna. La palabra “México” significa “lugar en el centro o en el ombligo de la luna”, nos refiere a la visión mexica de imaginar Tenochtitlán como centro y como un todo.

La serpiente de cascabel, es uno de los tres animales más importantes de Mesoamérica y también uno de los que posee mayor complejidad simbólica. Su relevancia data desde épocas muy remotas y es durante el auge de Teotihuacan que se torna un símbolo de poder político.

El guajolote, o Huexolotl, en náhuatl significa “viejo o gran monstruo”, haciendo alusión al gran tamaño del macho y sus exuberantes plumas ornamentales, adornada por una cabeza roja y desnuda y un trozo de piel que cuelga de su frente. Los mexicas lo relacionaban con las deidades del sol y de la vida.

La mariposa monarca, es el espíritu del bosque y el alma de los muertos. Los aztecas la llamaban Quetzalpapalotl o mariposa sagrada y la asociaban con Xochiquetzal (flor preciosa), diosa de la belleza, el amor y las artes.

Lobo mexicano, según la tradición prehispánica, cada persona desde su nacimiento poseía el espíritu de un animal -como el lobo- que se encargaba de protegerlo y aconsejarlo, principalmente durante el sueño. Estos espíritus eran llamados “nahuales”. El lobo era símbolo de poder asociado con la diosa Chantico y a la deidad canina Xólotl.

Tonantzin. En los pueblos mesoamericanos, las deidades femeninas estaban relacionadas con la vida, la fertilidad y la tierra. Una de ellas fue Tonantzin, la diosa madre cuya veneración se hacía para agradecer los alimentos que las personas tenían en sus casas durante la sequía, en la obra se representa con un ave alimentando a sus crías.

El tlacuache, “el pequeño que come fuego”, es el único marsupial mexicano y actualmente se encuentra en peligro de extinción. Según la leyenda náhuatl, el tlacuache fue el encargado de robar fuego a los gigantes de la montaña para entregarlo al hombre.

La música-Ángeles. La música es uno de los elementos de encuentro entre los pueblos prehispánicos y los españoles quienes coincidían en el uso ritual de esta. Representada en el diseño con ángeles cantores inspirados en la obra del maestro tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin. De piel morena y alas de maíz, los ángeles tocan instrumentos prehispánicos -el teponaxtle y la chirimía-, combinados con instrumentos barrocos.

  • En tierra cervantina, la tierra de Don Quijote, todos los que vivieron esta experiencia podrán decir satisfechos que “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero olvidarme..." se consiguió que lo pequeño fuese grande y lo grande eterno. Que el mundo cupiese en un pueblo y que este pueblo tenga su lugar en el mundo... Que un arte que es efímero a la vista, sea eterno en el corazón.
  • Elche de la Sierra, Albacete, Castilla, La Mancha, España se convirtió en un lugar mágico de arte, pluralidad y fraternidad entre diferentes países y culturas unidos por las alfombras.