Tal como ocurre a nivel mundial, el Coronavirus comienza a afectar a los comerciantes de Tlaxcala, sobre todo a los vendedores de productos perecederos como los alimentos.
Para los comerciantes del tianguis sabatino de la capital hay tres factores: la disminución de personas, que al momento de comprar llevan solo lo necesario y que muchas de ellas compran poco al no tener dinero, pues su licencia laboral es sin goce de sueldo.
La mayoría de los comerciantes aseguran que no pueden dejar de vender porque es el sustento de miles de familias, y además porque no todas las mercancías pueden guardarse más de un mes.
En lo que fue el primer sábado después de las recomendaciones de las autoridades estatales y federales de no salir de casa ni acudir a eventos concurridos por la contingencia del Coronavirus, José Manuel González Pérez, comerciante de la capital, reveló que hay una disminución en sus ventas.
De hecho, dijo que también percibió una baja tanto de personas como de sus compañeros vendedores, algo que posiblemente se deba al temor que tienen por contraer esa enfermedad.
Compartió que al momento los precios son los mismos, tanto de lo que compran como de lo que venden, pero indicó que podrían incrementar ante el cierre de las centrales de abasto de Puebla y Ciudad de México, un rumor que desde hace algunos días ha sido difundido.
Mientras tanto, aseguró que en la medida de sus posibilidades llevan a cabo las acciones sanitarias como el uso de gel antibacterial, guantes, cubrebocas y evitar el contacto directo con los clientes.
Por otro lado, la señora María, también comerciante del tianguis sabatino de la capital, sostuvo que es imposible guardar la mercancía por más de un mes, pues la mayoría son productos perecederos que en ese lapso se echarían a perder.
Opinó que en caso de que les soliciten dejar de vender en los tianguis las autoridades deben hacer la recomendación con bastante tiempo de anticipación, antes de que ellos adquieran sus mercancías.
Además, dijo que tampoco pueden dejar de vender porque las personas no dejan de comprar ya que se trata de alimentos y productos de primera necesidad.
“Yo tengo que trabajar, tengo que mantener cuatro niños y de esta forma generamos dinero para la casa… imagínese con toda la mercancía sin poder venderla qué hacemos, que se nos quede sería muy complicado”, dijo.
A su vez, don Guillermo, quien tiene un puesto de consomé en el tianguis de la capital, lamentó que esa situación repercuta al comercio.
“Como somos comerciantes estamos sintiendo la pérdida porque la gente no sale”, expresó.
Y comentó que la semana pasada hubo un poco más gente que ayer sábado, algo que sin duda afectará a todos los comercios de ese tianguis.
El aislamiento de las personas para evitar contagiarse por la cepa del Covid-19 ha provocado una disminución en sus ventas de hasta el 20 %.
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