La inconformidad por la demolición del mercado municipal de Tlaxcala, Emilio Sánchez Piedras, llegó hasta el Congreso local, pues la Unión de locatarios ingresó un documento para expresar su desacuerdo en el proyecto de modernización y pedir el redireccionamiento del recurso para mejorías.
En el escrito, los inconformes señalaron que la demolición de dicho espacio dañaría el patrimonio de más de 400 familias que dependen de su trabajo diario, además violentaría sus garantías individuales y humanas al trabajo digno, que garantiza el sustento familiar.
En reuniones que hemos tenido con autoridades municipales y federales, nos muestran un proyecto muy ambiguo, que no nos dice nada y no tiene el argumento técnico, físico y topográfico que indique los motivos de la demolición del bien inmueble, sentenciaron.
De igual forma, señalaron que las autoridades no amparan su intención de lograr la construcción, "por lo cual, reiteramos nuestro desacuerdo en el proyecto de demolición y construcción de un nuevo mercado".
De hecho, solicitaron que parte del recurso que se tenía previsto para la construcción del espacio, se redireccione para la remodelación y mantenimiento del inmueble y enlistaron varias necesidades.
Entre ellas, el cambio de láminas que corresponden al techo, ampliación de sanitarios, mantenimiento y ampliación del drenaje, la colocación de un piso adecuado y ampliación de estacionamientos.
De igual manera, pidieron que reparen las grietas que se observan en diversos muros, trabes, columnas y zonas afectadas por el paso del tiempo y los sismos, impermeabilización de zonas dañadas, mantenimiento y cambio de puertas.
Firmaron la Unión de locatarios del mercado municipal y enviaron el documento al Congreso del estado, al Ayuntamiento de Tlaxcala, a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la delegación del Bienestar y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
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