A más de un mes de que la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) anunció que en breve sería emitida la convocatoria para renovar al Comité Directivo Estatal y concluir el periodo del exdirigente Noé Rodríguez Roldán, para atender la crisis partidista que enfrentan, el proceso sigue “atorado”.

Pese a que desde febrero esperaban que fueran sentadas las bases para la renovación, después de que la militancia demandó que no existieran imposiciones por parte de las cúpulas estatales, la dirigencia nacional no ha fijado los requisitos ni plazos para renovar la dirigencia.

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Y es que por decisión de la dirigencia nacional y del Consejo Político Estatal, en Tlaxcala tendrá que realizarse una renovación de los cargos directivos del PRI y no solo la ratificación de Óscar Amador Xochiteotzin, como dirigente estatal, después de en diciembre pasado asumiera el cargo.

A la determinación se sumaron las demandas hechas por integrantes de los Comités Municipales, quienes solicitaron a la dirigencia nacional el proceso de renovación y que se dejaran atrás las imposiciones, además de las rupturas que se dieron al interior del “tricolor”, tras la conclusión del pasado proceso electoral y la renuncia de su dirigente Noé Rodríguez Roldán.

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Aunque la intención de quienes dirigen al PRI actualmente es impulsar una planilla de unidad, el retraso en la emisión de la convocatoria no ha permitido que los cuadros que representan al instituto político generen los consensos.

Cabe señalar que, sumado a la renovación de la dirigencia estatal de Tlaxcala, el PRI tiene pendiente este proceso en 10 entidades más, por lo que a nivel nacional no han establecido el proceso correspondiente.

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