Un refugio de perros cercano a las vías del tren en Apizaco fue el escenario de la captura de familias indocumentadas por parte de personal del Instituto Nacional de Migración (INM).
Nueve miembros de una familia de Honduras fueron detenidos en una redada que las autoridades llevaron a cabo.
Con la reciente llegada del delegado del INM en Tlaxcala, José Luis Valles López, las redadas se incrementaron con el apoyo de la policía adscrita a la Comisión Estatal de Seguridad (CES).
Después de viajar desde Centroamérica, primero en camión y luego en el tren de Ferrocarriles Nacionales de México, estas personas se resguardaban en la Casa del Migrante la “Sagrada Familia”.
Por su parte, tres hombres con chalecos de color azul y pantalón caqui del INM los vigilaban de cerca, su objetivo era arrestarlos por no contar con documentación de identidad.
Desde mediodía, los uniformados esperaron pacientes el arribo de los indocumentados sobre la carretera a San Francisco Atexcatzinco, municipio de Tetla de la Solidaridad.
El puente a desnivel con destino a San Francisco es el lugar donde los indocumentados suben al tren para seguir su camino hacia los Estados Unidos de Norteamérica (EE. UU.).
Es allí donde los migrantes ágilmente se trepan a los vagones de la llamada “bestia” de acero y reinician su recorrido hacia el centro y norte del país.
Por su parte, los agentes conocen bien el terreno y saben por su experiencia, que las redadas en ese lugar son exitosas. Una vez que las familias indocumentadas ingresan al área no tienen escapatoria, pues los vecinos no los protegen y son capturados y tratados como delincuentes.
Afirmó una vecina: “Muchas veces los protegemos, pero la policía nos amenaza con proceder porque ayudamos a extranjeros”.
En estas continuas redadas en Tlaxcala no hay presencia de defensores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, incluso, las detenciones de niños y mujeres se hacen bajo amenazas con armas de fuego.
Asimismo, los agentes les quitan las pertenencias y dinero a los migrantes y posteriormente los deportan a su país de origen.
Mientras el INM y la CES llevaban a cabo una redada, un agente de Migración expresó que las familias son arrestadas ante el peligro que existe en territorio nacional.
Expresó: “Más adelante los secuestran y a los niños les quitan los órganos… déjenos hacer nuestro trabajo, siempre escriben en forma amarillista”.
Posteriormente, los agentes trasladaron a la familia hondureña a la estación migratoria de San Pablo Apetatitlán en Tlaxcala.
- ESTACIÓN MIGRATORIA NO TIENE ALBERGUE PARA NIÑOS: IGLESIA
Elías Dávila Espinoza, responsable de la Casa del Migrante la “Sagrada Familia”, reveló que el trato a esta población en tránsito algunas veces es inhumano.
También dijo que como la estación migratoria no cuenta con áreas para infantes, los menores son trasladados a la Casa Hogar del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia.
Denunció: “Existe un lugar similar a una cárcel donde ingresan a hombres y mujeres, pero no hay un albergue adecuado para menores de edad”.
Dávila Espinoza expuso que mientras se lleva a cabo el retorno asistido en el que el Instituto los obliga a firmar su regreso, las familias quedan separadas hasta que son repatriadas. Por ello, demandó al gobierno federal un trato humanitario para los migrantes internacionales.
Por su lado, Sergio Luna, director general de Un Mundo una Nación, señaló que de acuerdo con la Ley Federal de Migración no existen fundamentos para que la policía estatal detenga a estas familias.
EL DATO
- De 2010 a la fecha han sido albergados en la “Sagrada Familia” unos 35 mil ilegales procedentes de Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Cuba