Una ola de incendios ha azotado las últimas semanas de marzo a varios municipios del territorio tlaxcalteca.
Terrenos de cultivo, cerros, árboles y el aire que respiramos, entre otras cosas, se han visto afectados por múltiples siniestros que han devastado todo a su paso.
Las conflagraciones han arrasado con áreas naturales de los municipios de Hueyotlipan, Xaltocan, Calpulalpan, Tlaxco, Tecopilco y municipios aledaños en los últimos días, que han obligado a personas a combatirlos para salvar sus tierras.
“Bajo la ceniza hay vida”, fue la frase de una mujer campesina que batalló horas para evitar daños a sus campos de cultivo y otras zonas por los incendios forestales.
Tlaxco, Yauhquemehcan, Lázaro Cárdenas, Terrenate, Tequexquitla, Panotla, Nanacamilpa, Nativitas, la capital, el Parque Nacional Malinche y otras comunas también sufren daños en sus lugares naturales por la misma situación.
Es tiempo de hacer conciencia, hay árboles y predios reducidos a cenizas; el cielo poco a poco pierde su tonalidad azul al ser cubierta por grandes columnas de humo, debemos hacer algo para evitar o controlar esto, coincidieron los campesinos.
La temporada de estiaje tiene pocas semanas de haber iniciado, aseguraron autoridades, y se ha extendido en varias regiones del estado provocando daños incuantificables.
De acuerdo con estadísticas de autoridades, más del 90 % de las conflagraciones son provocadas por la mano del hombre a través de sus quemas o actividades agrícolas, fogatas mal apagadas y por fumadores que en la temporada arrojan colillas de cigarros a carreteras o campos.
Brigadistas de diferentes corporaciones, entrevistados por El Sol de Tlaxcala, aseguran que estos problemas sí se pueden evitar o reducir si la población se mentaliza en no dañar el ambiente.
En la comunidad de San Simeón Xipetzinco, Hueyotlipan, sus habitantes aseguraron cuidar el campo. Muchos -dijeron- se dedican al cultivo y venta de su cosecha; por ello, combatieron en días pasados los incendios que quemaron sus tierras.
La actividad agrícola no es exclusiva de esa localidad, en Tlaxcala hay mucha gente dedicada al campo, lo malo es no tomar precauciones e ignoran instrucciones al momento de prenderle fuego a residuos no deseados, dijeron combatientes.+
Ahí, la campesina relató que por más de 24 horas combatió con ayuda de varias personas un incendio de gran magnitud en Xipetzinco.
-¿Por qué lo hace?. “Vea todo, ahí hay vida y nosotros vivimos del campo”, respondió.
La mentalidad de la mujer habló por sí sola y dio ejemplo a adultos y niños que la rodeaban, al asegurar que “no solo es el campo y los cerros, también nos afecta en cuestión de salud”.
ATENCIÓN
- Reportar a tiempo incendios al Servicio de Emergencias 911 también ayuda a que las intervenciones sean inmediatas y, así, se evite que el fuego se propague a otros lugares.
90 por ciento de las conflagraciones son provocadas por la mano del hombre.
Muchas plantas y animales silvestres no han muerto, pareciera que sí, pero no es así y debemos protegerlos
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