Este siete de julio, conmemoran el Día Mundial del Cacao, bebida que es identificada en Zacatelco porque es líquido frío condimentado con producto tostado, haba, maíz, canela y azúcar.
Esta festividad surge como propuesta de la Organización Internacional de Productores de Cacao y la Academia Francesa de los Maestros Chocolateros y Confiteros, quienes le otorgaron esta distinción para honrar sus propiedades y beneficio.
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Su venta en Zacatelco arropa a alrededor de 60 familias, que ofrecen el producto en las cinco secciones del municipio y en otras poblaciones, sostuvo el historiador Cándido Portillo Cirio, quien aseguró que su origen data de la época prehispánica.
Todo evoluciona, desde la etapa prehispánica el cacao prevalecía en Tlaxcala, lo utilizaban como moneda de cambio; de Tabasco llegaba y se utilizaba además como una bebida para los reyes, en este caso para Tlatoani, refiere.
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Enfatiza que la jícara tiene como origen la región de Izúcar de Matamoros, Puebla, pero con el paso del tiempo sus características se asemejaron al preparado de pulque. “En la etapa colonial ya se utilizaba el cajete y las jícaras para preparar el cacao”.
Señala que como complemento de la bebida, hicieron uso de una flor que aparecía en el campo de la región, a esa fruta se debe que haga espuma el cacao y floreció en Tlaxcala.
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Recuerda que doña Andrea Romero Rojas, ahora fallecida, fue una de las más importantes vendedoras de cacao, fue a Roma en 2016 por un comentario que le hizo, después supe que fue a la capital de Italia a presentarlo, hay un museo que tiene exhibición de cacao de varios países y ahí está el de México.
Añade que con su viaje lo internacionalizó y vino el complemento como propuesta inmaterial por legisladores locales.
Portillo Cirio dice que entre el 20 a 25 % de mujeres de Zacatelco saben elaborar el cacao, de ellas el tres a 4 % lo comercializa en las fiestas, en rincones de la periferia del municipio.
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Se ha extendido a Xicohtzinco, Quilehtla, Ayometla, a los pueblos circunvecinos, pero Zacatelco es el pueblo de atracción. En Tlaxcala hay tres puestos de señoras de Quilehtla que son de la región.
ES UN ERROR NOMBRARLO PATRIMONIO INMATERIAL
El analista Cristóbal Flores Muñoz asevera que es un error nombrarlo como Patrimonio Cultural Inmaterial del municipio del sur, porque no es originario de Zacatelco. Es una bebida prehispánica, que la traen de Tabasco, las jícaras son de Izúcar de Matamoros.
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Pero reconoce que tiene un alto impacto al interior del “corazón del sur”, porque mucha gente lo vende en las calles, trasladándolo en carretillas y triciclos.
Enfatiza que cobró relevancia en 2016, cuando una de sus principales vendedoras, Andrea Romero Rojas, asistió a un evento internacional en Turín, Italia, y meses antes lo hizo en la capital del país en la Secretaría de Turismo federal, donde lo dio a conocer con el fin de que podía abrir fuentes de ingresos económicos, no solo para ella, sino para mujeres de Zacatelco.
LO DENOMINAN AGUA DE BARRANCA
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La bebida de cacao es llamada también agua de barranca o cacahuatole; es tradicional, típica de la gastronomía del sur del estado de Tlaxcala.
La historia relata que en el lapso prehispánico la bebida era exclusiva para los Tiachcatzin, una población vetusta de la comarca zacatelquense, quienes tenían el control sobre las semillas de cacao.
Posteriormente, en los años setentas, fue llamado agua de barranca, por el parentesco que tiene con los fluidos que corren en los barrancos.
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En 2014 fue denominado por el Congreso del Estado de Tlaxcala Patrimonio Cultural Inmaterial mediante el decreto número 26 emitido el 13 de agosto.
Ese mismo año, el ayuntamiento de Zacatelco creó la Feria del Cacao para la preservación y exposición de la gastronomía local. La bebida escenificó la gastronomía mexicana en el festival “Slow Food” de Turín, Italia en 2016, así como en el Tianguis Turístico de Acapulco, Guerrero.
ROSA VARGAS LO VENDE EN EL ANDADOR
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Rosa Vargas Alarcón es una de las expendedoras del cacao en el andador ubicado en el centro de Zacatelco. Ella explica que son cinco puestos establecidos desde el pasado gobierno municipal.
Hemos tenido la visita de gente de España, Estados Unidos de América y de muchos estados del país”, subrayó. La semana pasada estuvieron españoles, se sorprendieron al tomar la bebida, la que les gustó mucho, asevera.
Menciona que al cacao lo confunden con el pozol, que es originario de Chiapas. “Nosotros utilizamos un cajete, que es el recipiente donde lo preparamos y almacenamos y un molinillo, que lo mueve”, sostuvo.
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Aquí además vendemos jicaritas, polvo de cacao y chocolate; el molinillo lo hace espumoso y lo preparamos con cacao tostado, haba, maíz, canela y azúcar”, sostiene. Vargas Alarcón menciona que lo adquieren de Chiapas y la bebida tiene hielo para evitar que se amargue. “Tenemos pedidos especiales, ir a eventos y fiestas, el cajete es de 20 litros.
- 60 familias aproximadamente ofrecen el producto en las cinco secciones del municipio y en otras poblaciones.
- 20 a 30 pesos en jícara o vaso es el precio en promedio de la tradicional bebida espumosa.
- La bebida llamada cacao o “agua de barranca” fue denominada por el Congreso del Estado de Tlaxcala Patrimonio Cultural Inmaterial en el año 2014
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