De manera directa, la reapertura del Zoológico del Altiplano, ubicado en San Pablo Apetatitlán, benefició a varias familias de comerciantes dedicada a la venta de sombreros, gorras, viseras de foami, así como globos con forma de animales, además de aquellos que en la cercanía ofertan alimentos y bebidas.
A más de un año de que este espacio cerró sus puertas por la emergencia sanitaria de Covid-19, quienes acudían diariamente a vender sus productos debieron buscar otra forma de obtener recursos para sus familias, pues al no llegar gente fue imposible continuar con su actividad económica.
En este sentido, José Luis León López, vecino de la comunidad de Tlacocalpan, quien hasta antes de la pandemia comerciaba los artículos antes mencionados en el recinto, afirmó que la apertura de este espacio les regresó la oportunidad de continuar con su trabajo, pues el confinamiento los afectó en todos los sentidos.
En entrevista con este Diario, contó que debido a que él y su familia, se dedican al 100 % a esta actividad, tuvieron que adaptarse a las circunstancias y, por ello, comenzaron a ofrecer cubrebocas de todo tipo, ya que en su momento eso fue lo que la gente demandaba y ellos tuvieron que “entrarle”.
“Era difícil en ese tiempo entrar a trabajar a una fábrica, además siempre nos hemos dedicado al comercio. A mi esposa le gusta y también a mis suegros, entonces tuvimos que apostarle a los cubrebocas”, relató.
Señaló que ahora acuden al recinto animal en el horario establecido, de las 10:00 a las 15:00 horas, pero se van hasta que salga el último visitante, pues tal vez quiera alguna gorra u otra cosa y por eso permanecen ahí.
Mencionó que a este lugar se presentan al menos 10 familias que se dedican al 100 % a esta actividad, de ahí que si volvieran a cerrar sería catastrófico para ellos, pues apenas se están recuperando después de un año sin ventas.
“Le digo a mi esposa que mientras estemos en verde podremos vender, pero si se pone feo y regresamos a rojo nos van a cerrar nuevamente y eso sería preocupante, aunque una vez más tendríamos que adaptarnos a las circunstancias”, observó.
Finalmente, aseveró que continuarán trabajando en este negocio para poder salir adelante y, aunque al momento no venden igual que antes, sí han visto una recuperación, la cual se da con mayor fuerza los fines de semana, que es cuando llega más gente de visita.
- Las tiendas de abarrotes ubicadas en la periferia también han visto incrementadas sus ventas.
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