Una vez entre en funciones la LXIII Legislatura, el Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local buscará acercamiento con los congresistas para que se formulen legislaciones que tipifiquen como feminicidios las muertes violentas de mujeres y no solo sean clasificadas como homicidios dolosos.
Alejandra Méndez Serrano, directora del Centro, apuntó que por muchos años ha sido el pendiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado, pues al considerarlos de esa forma propician sentencias menores que incentivan el aumento del delito.
Aseveró que hay legislación suficiente, “pero existe omisión en la implementación de la política pública, por ello vemos que el problema sigue en aumento, pero es necesario que se formule una ley que obligue a tipificarlo”.
Sostuvo que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se equipara con los tratados internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales Culturales y la convención de Palermo, entre otras, “pero los que procuran justicia deben tomarlos en cuenta o lo que mejor convenga a la víctima”.
Agregó que para resolver el problema no es necesario ceñirse solo a la Constitución local, “pues hay legislación suficiente a nivel nacional o internacional, no podemos argumentar que no hay porque sí lo hay, falta voluntad política”.
Eso sí, aceptó que los pronunciamientos de las Organizaciones Civiles, en los últimos años, han sido como llamados a misa, toda vez que las autoridades manejan los delitos a conveniencia para evitar reportar altas estadísticas al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
“Sin embargo, cada vez que llega una nueva autoridad nos acercamos a ella porque nos preocupa y ocupa el problema, no obstante, hemos observado un incremento generalizado de la violencia y la muerte de mujeres con saña, que son ultrajadas, violadas y ultimadas de las formas más viles”.
Feminicidio
Muerte violenta de las mujeres por razones de género se encuentra tipificada en el sistema penal como feminicidio, pues es la forma más extrema de violencia contra la mujer.