Del cerro el Cuatlapanga, al cerro del Tepeyac, donde está la Basílica de Guadalupe son 162.6 kilómetros en autobús, pero a pie son más de 200 mil pasos los que peregrinos caminan por tradición y fe.
Faltan tres días con sus noches, para la celebración de la Virgen Guadalupana, pero esta agrupación de peregrinos que surgió en 1974, comenzó la travesía con destino a la Ciudad de México.
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Un camino peligroso sobre la autopista México-Puebla y extremoso (frío, calor y lluvia) durante la mañana, al mediodía y al anochecer.
Pero, cuando la fe se antepone a todo, no hay obstáculos para que, estos viajeros, cumplan su promesa de visitar a la madre de Dios este 12 de diciembre.
Don Pedro Hernández conoce el camino, (carreteras, senderos y parajes entre el bosque), esos lugares los ha recorrido durante 47 años.
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LA TRAVESÍA
El jueves a las siete de la mañana, cuarenta guadalupanos de San Lorenzo Xaltelulco, municipio de Cuaxomulco, salieron -con estandarte en mano-, de sus hogares al pie del Cuatlapanga, hacia el lugar donde la virgen de Guadalupe se apareció en 1531.
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Y comenzaron a descender a las orillas del cerro Chichimecatehutli, muy cerca de la parroquia del Divino Salvador en Tzompantepec. Al mediodía, pasaron a un costado del convento de Santa María Atlihuetzia, cruzaron el ascenso donde se encuentran tres de los Señoríos de la antigua Tlaxcala: Tizatlán, Tepeticpac y Ocotelulco.
Su primer descanso fue a las tres de la tarde, frente a la Zona Militar, municipio de Panotla, ahí, la Comisión de Peregrinos les proveyó de alimentos.
A las 21:00 horas, descansaron en un paraje (al aire libre) en San Lucas el Grande, municipio de San Salvador el Verde, Puebla. A las tres de la mañana de este jueves, los reiniciaron el trayecto hacia Río Frío, cruzando el cerro Emperador.
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Los cuaxomulquenses deberán llegar en la víspera del domingo al Santuario con más visitas de personas de el mundo.
Ingresar al templo, escuchar misa, pedir por el nuevo año y regresar a casa en autobús, es el objetivo, sus familias los esperan con una comida de agradecimiento, el tradicional mole de Xaltelulco.
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TESTIMONIOS
Trabajo en una tortillería, pero pedí permiso cuatro días, vamos a darle gracias a Dios y a la Virgen de Guadalupe, antes éramos más de 100, pero ahora, por la pandemia somos pocos... es tan grande su poder que no le fallamos,expresó doña Benita Díaz quien cumple 30 años de peregrina.
Para Jennifer de 12 años es la segunda vez que camina hasta la Villita, en agradecimiento porque su familia está sana.
- "Vamos rápido, pero las fuerzas se acaban después de cuatro días", comentó emocionada, la alumna de sexto grado quien se ausentará de la escuela tres días.
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