En Tlaxcala no existen órganos que garanticen a los pueblos indígenas el pleno ejercicio de sus derechos políticos- electorales, sentenció Eginardo Hernández Andrés, representante de la Defensoría Pública Electoral para Pueblos y Comunidades Indígenas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Durante el foro denominado Sensibilización y Difusión de los Derechos Político Electorales Indígenas, organizado con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, aseveró que los hablantes de náhuatl y otomí de Tlaxcala no tienen acceso a la política legislada por indistintas circunstancias, como la falta de traductores y la discriminación.
Sostuvo que en dos años de creación de la defensoría a nivel nacional, han atendido un solo caso de Tlaxcala y fue en 2016, el cual tuvo que ver con una omisión legislativa, “pues un grupo de ciudadanos, en el marco de ejercicio de derechos político-electorales, pretendía una diputación indígena, pero eso en la legislación de Tlaxcala no existe”.
Aceptó que en la entidad y en la mayoría de estados del país hacen falta legislaciones para la protección de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, pero la defensoría creada hace dos años en el TEPJF representa un avance para representar a las etnias ante los tribunales.
Exhortó a los Congresos para que coadyuven en la creación de leyes que permitan representantes de pueblos indígenas, en espacios de toma de decisiones, pues actualmente no están representados.
Por su lado, Elizabeth Piedras Martínez, presidenta del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, coincidió en el propósito de reconocerlos para que accedan a los espacios de toma de decisiones y que existan herramientas que protejan el derecho de igualdad.
En la “Casa de Piedra” ubicada en el municipio de Contla de Juan Cuamatzi, Piedras Martínez resaltó la necesidad de acercar herramientas públicas que respalden el sencillo acceso de hablantes de la lengua materna a cargos de elección popular.
Consideró imperante aportar al diseño de normas que protejan las formas de organización y velar por ellas, toda vez que en Tlaxcala existen poblaciones hablantes de otomí y náhuatl, que aún preservan como costumbres o tradiciones.
Nuestra tarea como instituciones es propiciar condiciones que apoyen el supremo ejercicio de preservación de esta riqueza y el respeto irrestricto a sus derechos, a la no discriminación y al reconocimiento de su identidad como pueblos originarios
Elizabeth Piedras Martínez / Presidenta del ITE