En el primer día de clases del 2023, integrantes de la Delegación D-III-1 cerraron las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública del Estado y la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (Sepe-Uset), lo que afectó a casi mil usuarios que acudían a realizar trámites administrativos.
Personal de la instancia estatal precisó que la cifra de casi mil usuarios afectados corresponde al promedio de personas que atienden al día en las instalaciones.
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El hecho derivo porque los manifestantes impidieron el paso de docentes, personal, alumnos, padres de familia y público en general como medida de protesta para exigir la entrega de prestaciones de fin de año, pues acusan que fueron disminuidas hasta en un 50 %.
De acuerdo con un oficio dirigido a Homero Meneses, secretario de Educación Pública del estado, los inconformes deberían recibir 580 despensas con 67 artículos cada una, 580 pavos ahumados de 8.5 kilogramos, 580 obsequios que consistían en freidoras de aire de una marca determinada, así como 15 productos adicionales de despensa, pavo y obsequio como “reserva o colchón”, pero acusaron que los artículos que pretendían entregar no cumplían con las especificaciones.
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Por ello, los quejosos optaron por cerrar las instalaciones en atención a sus demandas, pero esta medida afectó a cientos de usuarios que acudieron desde municipios lejanos, incluso de otras entidades, para solicitar certificaciones, aclaraciones, trámites y todo lo relacionado con aspectos administrativos. La toma de instalaciones inició después de las 9:00 horas y fueron liberadas alrededor de las 15:00 horas, que es el horario de oficina para realizar los trámites.
Pese a que las personas permanecieron a las afueras de las instalaciones en espera de poder realizar sus actividades, los trámites no fueron retomados y tuvieron que retirarse para regresar otro día.
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Un caso fue el de un docente proveniente de Huamantla, quien gastó tiempo y dinero para acudir a las instalaciones, pero su traslado fue infructuoso, lo cual calificó como injusto.
Los integrantes de la Delegación D-III-1 protestan desde diciembre de 2022 para exigir la entrega óptima de sus prestaciones.
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