El caso de Fátima, la niña de siete años que desapareció el 11 de febrero pasado y cuatro días después fue hallada sin vida en un camino de terracería en Tláhuac, Ciudad de México, confrontó a los diputados locales de las bancadas de los partidos Acción Nacional, del Trabajo y Movimiento Regeneración Nacional.
Y es que el presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Omar Miltón López Avendaño, aseveró que la ola de violencia por la que atraviesa el país se debe a la ineptitud e impunidad ocasionada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, eso al poner como ejemplo a la Ciudad de México que, dijo, desde el año 2000 ha sido gobernada por el "Lopezobradorismo" y que es la entidad donde se han registrado casos alarmantes de feminicidios.
De hecho, sostuvo que no será con llamados a la moralidad, ni con "abrazos y no balazos" como esa situación será combatida, sino que urge una justicia expedita, penas severas, policías preparadas y nunca la reducción del presupuesto en materia de seguridad pública.
En respuesta, el diputado petista Víctor Castro López defendió que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, trabaja en componer un país que fue sumergido en la violencia por sus antecesores, como el expresidente panista Felipe Calderón.
El parlamentario aprovechó para preguntar a su homólogo panista que si ya se había olvidado de quién fue Genaro García Luna, a quien señaló como "el principal promotor de la lucha del narcotráfico y el principal capo de todos los mexicanos".
A ese debate se sumó el diputado del Movimiento Regeneración Nacional, José María Méndez Salgado, quien le pidió a López Avendaño recordar que durante la administración federal de Felipe Calderón hubo más de 7 mil homicidios por razón de género, de ahí que opinó que, como panista, no tenía calidad moral para criticar al actual Gobierno.
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