Los católicos sí atendieron el llamado de la Iglesia para llevar valedoras a la basílica de Ocotlán con motivo de la celebración mariana e inicio de un año nuevo. Además, aprovecharon para pedir salud y empleo.
Aunque este año la Basílica de Ocotlán no abrió las puertas a las personas que año con año visitan el templo para llevar plegarias, la ciudadanía respondió al llamado de la Diócesis de Tlaxcala para iluminar el templo.
Con ello, la Diócesis fomentó las medidas de sana distancia para no acudir a la iglesia y, desde casa o bien a través de otras estrategias implementadas, cumplió con la tradición que las familias tlaxcaltecas realizan para pedir a la virgen favores y mejoras en su vida.
Lo anterior derivado de que la pandemia provocada por el coronavirus, dejó a varios miembros de las familias sin empleo, ocasionado por el cierre de algunas empresas o el despido de personal.
Mientras que otras personas priorizaron el tema de la salud, pues el año que terminó, perdieron a varios familiares o parientes a consecuencia de la Covid-19.También con el inicio del año, la Iglesia católica mantuvo las misas virtuales.
Cabe destacar que durante la noche del 31 de diciembre, la Basílica de Ocotlán lució iluminada en vísperas de la solemnidad de María Madre de Dios.
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