Celebran en la capital 106 años de fervor al Niño Milagroso de Tlaxcala

En febrero de 1914 la imagen caminó ante la presencia de quién en ese entonces era sacerdote de la parroquia de San José y de algunos fieles, dice el párroco actual

Karla Muñetón | El Sol de Tlaxcala

  · viernes 14 de febrero de 2020

Foto: Karla Muñetón | El Sol de Tlaxcala

Este día la Iglesia católica de Tlaxcala celebra 106 años de fervor al Niño Milagroso.

El sacerdote Marco Antonio Padilla Aguilar, párroco de San José, en la capital del estado, comentó que la devoción a esa advocación del Niño Dios ha ido a la baja, sobre todo entre las generaciones nuevas que desconocen no solo su historia, sino los favores que a lo largo de más de un siglo ha hecho.

Explicó que la devoción hacia el Niño Milagroso de Tlaxcala ha disminuido en el estado, pero también a nivel nacional, pues dijo que en antaño cada 14 de febrero, fecha oficial de la fiesta, la parroquia de San José era visitada por miles de católicas que acudían a agradecer favores hechos o a hacer algunas peticiones, pero que actualmente solo lo vistan de Puebla y de algunos sitios de la Ciudad de México.

Comentó que para acrecentar el fervor, desde el año pasado llevan a la imagen en recorridos para que puedan conocerla y venerarla personas de otras comunidades y delegaciones de la capital.

LA HISTORIA

Según la tradición, en años postrevolucionarios la familia Anzures compró una imagen del Niño Dios a la que una de sus hijas le tomó un gran cariño.

Foto: Karla Muñetón | El Sol de Tlaxcala

El sacerdote Marco Antonio Padilla Aguilar contó que una ocasión esa hija de la familia Anzures le dijo a la imagen que le haría muy feliz si caminara, y que así fue, la imagen comenzó a caminar.

Sin embargo, mencionó que el entonces párroco no creía en el relato de la familia, sino hasta que vio como la imagen caminó o flotó (14 de febrero de 1914) por el templo.

Desde entonces la imagen quedó en el templo de San José para su veneración.

Foto: Karla Muñetón | El Sol de Tlaxcala

LA OTRA VERSIÓN

Por otro lado, existe una versión que señala que el dos de febrero, en la festividad de la Presentación del Señor, la familia Anzures al levantar la imagen para arrullarla vio como tenía ligeros movimientos mientras estaba en los brazos de su hija, fue entonces que ellos y los asistentes iniciaron el rezo de triduos y novenarios en honor al Niño Jesús culminando con una misa.

Así, la fama del Niño Milagroso se extendió entre los devotos que pedían y agradecían favores a la imagen, por lo cual la familia Anzures decidió donar la imagen a la iglesia para que fuera venerada. La tradición menciona que el 26 de febrero de 1914 el Obispo mandó una carta al párroco de la zona ordenándole que la imagen del Niño Jesús no se moviera y que fuera encerrada en un nicho bajo llave y no debía abrirse de no ser por mandato del Obispo.

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