Circo Romano de Aquiahuac, la otra representación del Viacrucis en Tlaxcala

Circo Romano de Aquiahuac, la otra representación del Viacrucis en Tlaxcala

Karla Muñetón / El Sol de Tlaxcala

  · viernes 29 de marzo de 2024

Momentos de angustia, enojo, drama y hasta melancolía vivieron decenas de asistentes durante la actuación del cuadro representativo de El Divino Mártir en el Circo Romano de Santa Cruz Aquiahuac, en el municipio de Tetlatlahuca.


Durante varias horas los espectadores fueron testigos de unos 30 pasajes bíblicos y romanos, como la muerte de Juan El Bautista, la escena del leproso, la cruel muerte de los macabeos (niños), la muerte de un esclavo atado a una carreta y de otro quemado con un metal caliente, pero destacó el famoso Circo Romano y en él el villano Tiberio César, quien fue un importante gobernante junto con Poncio Pilato y Herodes, en el tiempo que Jesús se convirtió en el Mesías.


La aprehensión de los esclavos por parte de los soldados romanos fue uno de los momentos más emocionantes, pues al participar hombres y mujeres de todas las edades el público rechifló durante los enfrentamientos y la simulación de los abusos.


Fue durante esa escena cuando los organizadores hicieron un alto, primero al tratarse de la Hora Nona que fue cuando Jesús expiró en la cruz, y después para reconocer a las personas que desde hace 50 años han sido participantes y fundadores de esa importante celebración en el sur del estado.


De forma específica hicieron un reconocimiento público y post mortem a los iniciadores de El Divino Mártir: Ubaldo Mejía Medel y Ruperto Cervantes Medel.


El Divino Mártir continuó con la llegada de los esclavos a la escuela de gladiadores, donde serían preparados para divertir al emperador y salvar sus vidas.


Siguió a ese momento le quema de entrañas de un esclavo y la entrada de Herodes y Tiberio César al Circo Romano, acompañados de sus esposas y las sacerdotisas, para disfrutar de las batallas de los esclavos capturados ya convertidos en gladiadores.


El final del Circo Romano, que es antesala de la crucifixión de Jesús, quedó enmarcado con el enfrentamiento de los gladiadores y el asesinato de ellos que, castigado por atentar contra la vida del emperador con una lanza, al ser arrastrado por una carrera tirada por un caballo.


El público despidió a las decenas de actores con aplausos y su reconocimiento por el papel que desempeñaron, pues eso les permitió conocer un poco de la Roma Antigua.

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