La participación comunitaria y la ciencia son los dos ejes fundamentales para la restauración integral de la cuenca Atoyac-Zahuapan, fue una de las conclusiones señaladas durante el primer foro regional “Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac”.
Al término del evento, llevado a cabo durante tres días, los convocantes y asistentes prometieron que continuarán con la diseminación de saberes y el fortalecimiento de la participación de las comunidades a fin de que sean tomadas en cuenta las particularidades de cada territorio y población.
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Indicaron que es urgente el replanteamiento de los modelos de análisis, investigación y resolución de problemas fragmentarios e inaccesibles, y que es necesario que el quehacer científico y político retome al bien común como principio ético y a la sociedad como eje rector.
Además, informaron que desde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) serán establecidos centros de enlace y articulación que maximicen los esfuerzos de investigación e incidencia para la atención de esa problemática socio ambiental, desde enfoques transdisciplinarios articulados regionalmente para construir las propuestas.
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Y también aquellas que fomenten la participación del sector público y privado para que reconozcan sus responsabilidades por las políticas públicas ejercidas y sus graves consecuencias al medioambiente y a la salud de las personas que viven en los márgenes del río.
Pero también, aclararon, para que reconozcan sus potencialidades correctivas, pues solo de esta manera será posible desarrollar acciones de coparticipación que coadyuven al saneamiento de la cuenca.
Tras insistir en la necesidad de que haya una articulación estratégica entre la academia, el gobierno y las organizaciones de base comunitaria, los convocantes insistieron en que el reto es lograr un trabajo transdisciplinario para la comprensión de la problemática y la construcción colectiva de soluciones viables que garanticen el bien común y la justicia socio ambiental.
Puntualizaron que es necesario modificar los marcos normativos y reorientar las políticas económicas “neoliberales desarrollistas”, pues indicaron que las afectaciones a la salud, a la calidad de vida y el daño a los ecosistemas son la evidencia de que ese modelo es depredador.
LOS RETOS A ENFRENTAR
Al informar sobre los trabajos de las tres jornadas del foro, los impulsores de esta actividad señalaron que la simulación institucional, el pretexto del cumplimiento formal y la mera imagen del compromiso gubernamental, son los retos a vencer para transitar a un verdadero plan de restauración integral.
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Y consideraron que los gobiernos estatales y municipales están obligados a articular eficazmente a sus dependencias y a sostener el diálogo con las comunidades afectadas, para que sean los aliados al momento de hacer las evaluaciones.
Sugirieron que, mientras que hay un programa integral para la restauración de la cuenca, debe ser suspendida la instalación de industrias y la ejecución de infraestructura de saneamiento no adecuada, como plantas de tratamiento, entre otras.
En tanto, el compromiso de quienes convocaron el foro fue a dar continuidad a la labor de articulación, discusión y avance en la propuesta de políticas y alternativas para el saneamiento integral de la cuenca, por lo que en mayo de 2023 realizarán un segundo encuentro.
LOS CONVOCANTES
El primer foro regional “Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac” fue convocado por titulares e integrantes del Centro Fray Julián Garcés, el Centro de Economía Social Julián Garcés, la Universidad Autónoma de Tlaxcala, la Coordinadora por un Atoyac con Vida, la Pastoral de Derechos Humanos y la Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala y la Universidad Iberoamericana Puebla.
Así como por comunidades de municipios de Tlaxcala y Puebla afectadas por la contaminación, el Conacyt, el Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales, el Grupo Coordinador Intersectorial SSA y dependencias de los gobiernos federal y estatales de Puebla y Tlaxcala.
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Participaron en este Foro alrededor de 250 personas por día, originarios de comunidades de regiones de emergencia sanitaria y ambiental, como El Salto, Jalisco; la Cuenca de la Independencia, Guanajuato; Lerma, Estado de México; Región Tolteca, Hidalgo; Libres Oriental, Puebla; Sur de Veracruz y Cuenca del Alto Atoyac en Tlaxcala y Puebla.
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