Los Portales de la capital tlaxcalteca son, quizá, uno de los mayores emblemas de nuestra ciudad y uno de los elementos arquitectónicos más antiguos del primer cuadro del centro histórico.
De acuerdo con el maestro en Historia Armando Díaz de la Mora, en 1526 Francisco de Rivadao, designado por Hernán Cortés, y los frailes franciscanos efectuaron el repartimiento de los solares de la ciudad de Tlaxcala a partir del trazo del convento franciscano. El sitio donde actualmente están los Portales y Plaza de la Constitución fueron terrenos baldíos hasta ese año en que comienza la construcción de la ciudad.
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“La disposición de los edificios públicos sugiere, desde muy temprano, que las residencias del entorno dispusieron portales en sus frentes como parte del espacio público y propiedad de la ciudad, y la posibilidad de que los portales fueron concebidos en el proyecto inicial, aunque su construcción tardara casi dos décadas en concretarse”, mencionó el especialista.
DESDE SU ORIGEN ALBERGÓ COMERCIOS CON ARTÍCULOS DE ESPAÑA Y FILIPINAS
La cédula del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), colocada en una de las columnas al final del portal grande en contra esquina al Palacio de Gobierno, indica que los Portales de Tlaxcala fueron construidos en el año 1549, cuando el Cabildo tlaxcalteca contrató a 300 trabajadores para edificar accesorias en las aceras suroeste y sudeste de la plaza principal, a fin de que en ellas se instalaran algunos comerciantes que ofrecían artículos de ultramar, provenientes de España y Filipinas.
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Fue así como se instalaron nueve tiendas que el Cabildo alquiló a comerciantes y el ingreso por ese alquiler se utilizó para pagar el salario de los integrantes de esta junta.
“En la segunda etapa constructiva de la ciudad, que corresponde a los años 1545 a 1550, como lo refiere el fraile Motolinia, se construyeron la Casa del Cabildo con tres arcos para su portal, las Casas Reales y la alhóndiga en la acera norte destinada a las autoridades indígenas, quedando sin portales la acera de los servicios públicos donde se encontraban el Mesón, cárcel, carnicerías y casa del gobernador español en la acera poniente también sin portales; en tanto que el 12 de abril de 1549, conforme a una Acta del Cabildo, se puede deducir que 300 indígenas construyeron los portales, que corresponden a la acera sur donde se encontraba el mercado y las tiendas de españoles”, explicó Díaz de la Mora.
De acuerdo con investigaciones del historiador, los locales del portal de la acera sur fueron ocupados por españoles para el comercio, sin que se conozca el registro o padrón de tenderos de los espacios.
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“De hecho, la ahora Plaza de la Constitución era llamada ‘del mercado’, porque ahí se realizaba cada sábado; en tanto que las casas del ahora portal grande, cuyo nombre oficial es Portal Hidalgo, eran propiedad inicialmente de nobles indígenas”, detalló.
Para la primera mitad del siglo XIX la propiedad ya era de familias tlaxcaltecas posiblemente emparentadas con la antigua nobleza: “Así encontramos a los Ávalos, los Heredia, González, los Márquez, entre otros, como propietarios de las casas”, mencionó el historiador.
ORIGINALMENTE LOS PORTALES FUERON DE MADERA
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Originalmente, los Portales fueron construidos con postes de madera asentados en bases de piedra y en el siglo XVII fueron derribados y reconstruidos; asimismo, la planta superior fue modificada de nuevo a finales del siglo XIX.
Del siempre llamado “Portal chico”, construido en la acera suroeste de la actual Plaza de la Constitución, sólo queda una reducida parte pues originalmente ocupaban mayor parte de esa zona.
En la actualidad, la arcada del Portal Hidalgo se compone por 30 arcos, mientras que en el llamado “Portal chico” sobreviven nueve arcos, sin embargo, se desconoce el número original.
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Diego Muñoz Camargo nos hace una descripción: “donde hay una plaza muy principal, cuadrada... y en torno de ella, muy grandes y hermosos portales de postes de madera que asientan en unas bases de piedra... los cuales portales corren por dos aceras de la plaza de cabo a cabo...”, tal como se observa en su dibujo de la plaza de la ciudad, fechado en el año 1584.
Un dato curioso es que en 1687, el gobernador español Francisco Antonio Picazo vendió al escribano real Miguel de Ortega los Portales y el mesón de la ciudad, sin consultar al Cabildo tlaxcalteca.
CENTRO DE LA VIDA SOCIAL
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El Ayuntamiento de Tlaxcala se trasladó del Palacio de Gobierno al Portal Hidalgo en el año 1985 y a la fecha se mantiene en este sitio que originalmente fuera una vecindad.
Al igual que hace casi 500 años, los Portales albergan comercios y ahora restaurantes y cafés que son parte primordial de la vida social de los tlaxcaltecas para quienes, a pesar del paso de los siglos, este sitio sigue siendo punto de encuentro.
- En la actualidad, la arcada del Portal Hidalgo se compone por 30 arcos, mientras que en el llamado “Portal chico” sobreviven nueve arcos, sin embargo, se desconoce el número original.
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