Con la actuación de la captura de esclavos y la simulación de batallas romanas entre gladiadores que debían pelear y morir para diversión de los espectadores, celebró la comunidad de Santa Cruz Aquiahuac, municipio de Santa Isabel Tetlatlahuca, el Viernes Santo.
A diferencia de otros sitios en los que comúnmente ejemplifican, ya sea con procesiones o con representantes reales la pasión y muerte de Jesús, en esta comunidad escenifican unos 20 pasajes bíblicos y romanos en los que destaca el famoso Circo Romano.
A lo largo de varias horas, pobladores y foráneos disfrutan de la puesta en escena, y presencian episodios como la muerte de Juan El Bautista, la escena del leproso, hasta la cruel muerte de los macabeos (niños), la muerte de un esclavo atado a una carreta y de otro quemado con un metal caliente.
La representación de las batallas entre los soldados y los esclavos es quizá la escena que más causa emoción entre el público, pues la pasión de los actores improvisados (hombres, mujeres y niños) las hacen parecer reales.
Las escenas tienen que ver con el imperio Romano y su cruel y sanguinaria forma de ofrecer un espectáculo de peleas de esclavos capturados por órdenes de Tiberio César, importante gobernante junto con Poncio Pilato y Herodes, en el tiempo que Jesús se convirtió en el mesías.
En su escenificación también actúan la entrada de Jesús a Jerusalén en donde predijo la intervención de ejércitos romanos para destruir la ciudad, así como su juicio y después su crucifixion y muerte.
En su edición número 44 el Circo Romano congregó a unos 250 personajes de la comunidad y de municipios aledaños, dirigidos por Ruperto Cervantes Medel.