Este domingo la Iglesia católica dio inicio al nuevo año litúrgico y al comienzo de la preparación para la llegada de Cristo, conocida como Adviento.
Como lo marca la tradición, durante una ceremonia encabezada por el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, bendijo la tradicional Corona de Adviento, símbolo de este acontecimiento religioso y se encendió la primera de las cuatro candelas que la conforman.
Durante la homilía del Adviento, el Obispo hizo un llamado a no caer en la modorra espiritual, a no caer en la tibieza de nuestra vida si no hacer todo lo posible para construir este mundo con mucha esperanza ante las situaciones que se nos presentan, como es el caso de la pandemia.
Asimismo, en estos tiempos difíciles el jerarca invitó a estar preparados, a no dormirse, a estar alertas y no tener una actitud de espera pasiva sino activa, a no estar cruzados de brazos y solo así se podrá iluminar la oscuridad que nos atañe.
Cabe recordar que el Adviento significa la espera de Cristo, por lo que en los próximos domingos encenderán los cirios restantes de dicho símbolo, hasta llegar al 24 de diciembre, fecha considerada como la Navidad y el nacimiento de Jesús.
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