A unos minutos de la tradicional "Bajada" de la Virgen de Ocotlán, cientos de fieles católicos esperan con fervor el recorrido de la Patrona de Tlaxcala, que durará aproximadamente 12 horas.
Para ser testigos y participes de la procesión más importante de la Capital tlaxcalteca y que data de cientos de años, arriban peregrinos provenientes de diversos municipios de Tlaxcala, nacionales y extranjeros.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Previo al paso de la imagen de la Virgen María en su advocación de Ocotlán, vecinos por las que pasa el recorrido han decorado con tapetes de aserrín multicolor.
Este año la salida de la Virgen de Ocotlán de su templo está contemplada las 00:00 horas y por primera ocasión hará una parada en el monumento de los Niños Mártires, al ser eliminada la liturgia en el antiguo Hospital General de Tlaxcala, que cambió de sede.
EL RECORRIDO
No te pierdas: ➡️ [Video] Virgen de Ocotlán revive la fe católica
Tras la salida de la Virgen de Ocotlán de la Basílica, la primera parada será a la 01:00 horas en las Cruz; a la 01:30 horas en la Capilla de la Santísima Trinidad; a las 02:45 en la exfabrica textil; 03:20 horas en el mercado municipal "Emilio Sánchez Piedras".
A las 04:00 horas esta programada la parada en el monumento a los Niños Mártires, que por primera ocasión se lleva a cabo; a las 05:15 horas pasará por el templo de San José; 06:15 horas en la Capilla de Jesusito; 06:50 horas en la comunidad de San Hipólito Chimalpa; a las 07:40 horas se prevé su llegada a la Central Camionera y a las 09:00 horas su arribo a la Catedral de Tlaxcala.
A las 10:20 horas la procesión arribará al Centro de Tlaxcala; 10:55 horas el antiguo Convento de las Madres Agustinas, para luego arribar a la Capilla de San Nicolás a las 11:35.
Más detalles: ➡️ Domingo, aniversario de virgen de Ocotlán
Para las 12:15 horas la imagen de Nuestra Señora de Ocotlán cruzará por El Pocito y finalmente arribará a su Santuario, donde el Obispo Julio César Salcedo Aquino oficiara la solemne misa, para luego regresar a su nicho.